Cosechó grandeza, pero no pudo sobrevivir

En el corazón de Rosario se erigió Grandes Establecimientos Metalúrgicos Argentinos (Gema), una empresa que marcó un hito en la historia industrial de la ciudad. Liderada por Luis Valenti, nació de la fusión de Torres y Valenti SRL, experta en fundición y reparación de maquinaria, y Baronio y Melquiot SR, reconocida por sus máquinas agrícolas de producción nacional. Las primeras cosechadoras llevaban con orgullo la marca "Gema sistema Melquiot".

La nueva sociedad plantó sus instalaciones de 28.000 m2 en la zona oeste de Rosario –Córdoba al 5800– e inicialmente empleó a unas 200 personas, cifra que se elevó a casi 700 dos décadas después. Este crecimiento se dio en un contexto de fuerte industrialización y tecnificación del campo argentino.

Aunque es principalmente recordada por sus cosechadoras e implementos agrícolas, Gema se destacó por su abordaje integral e innovaciones. La fábrica producía sus propias herramientas y fundía las piezas, elaborando componentes de alta complejidad como cajas de velocidad y diferenciales para sus cosechadoras. Su catálogo abarcaba desde desgranadoras de maíz y máquinas para limpieza de cereales hasta sofisticadas cosechadoras e hileradoras automotrices.

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