La empresa que no abandona sus orígenes y apuesta a tratar con sus clientes

Aunque el paso del tiempo va modificando algunas pautas comerciales, las buenas costumbres deben permanecer inalterables. Al menos así lo piensan desde Rinaldi Construcciones, que con 50 años en el mercado sigue eligiendo el trato directo y personalizado con sus clientes, con el objetivo de dar la mejor solución en el menor tiempo posible.

La decisión cobra especial importancia en un contexto donde los chatbots y las respuestas automáticas ganan cada vez más terreno. En el caso de Rinaldi, se trata simplemente de dar continuidad a una política inaugurada por su fundador: "Es un legado de nuestro padre, quien siempre planteó que la experiencia que debe tener una persona a la hora de tratar con nosotros tiene que ser diferente al resto", afirmó Mauricio Rinaldi, quien junto a sus hermanos Maximiliano y Leandro dirigen actualmente la compañía.

La búsqueda de esa experiencia diferenciadora se da en múltiples dimensiones. Una de ellas es el área de post venta, que cuenta con profesionales altamente capacitados en acompañar a los clientes, en un proceso que muchas constructoras prefieren esquivar. "Hay cuestiones a resolver que la empresa tiene que dar la cara", consideró Mauricio Rinaldi, quien sostuvo que "ante un problema, literalmente salimos corriendo a solucionarlo".

El trato directo y personalizado es posible no solo por una decisión personal de sus dueños, sino también -y muy especialmente- por una cultura empresarial en la que no se escatiman recursos para minimizar los riesgos futuros. A la hora de buscar la máxima calidad constructiva, la firma dedica jornadas completas a la prueba de nuevos materiales, así como a las capacitaciones en obra con proveedores y contratistas. Solo manteniendo altos estándares es viable generar una atención cara a cara con el 100% de los clientes.

"Para nosotros es muy importante que nuestro apellido esté directamente emparentado con la empresa y con lo que producimos. Esa presencia potencia nuestros 50 años de trayectoria, en la que nunca elegimos ponerle un nombre ficticio a la compañía, sino que siempre le pusimos un nombre real. Consideramos fundamental que a la hora de que una persona venga, sepa que puede hablar directamente con los dueños", explicó Mauricio Rinaldi.

Ya sean vicios ocultos o aparentes (fallas que puedan o no verse a primera vista, respectivamente), la constructora siempre ofrece una respuesta. En el caso que corresponda, se hace directamente cargo del desperfecto; caso contrario, el área de posventa entablará un diálogo para acordar la mejor solución posible. De una u otra forma, lo relevante es el acompañamiento que debe sentir el cliente por parte de la empresa, que apuesta siempre por revalidar sus credenciales de seriedad y compromiso.