Por primera vez en 20 años, la Intendencia de Rosario cerrará año con superávit

Por primera vez en mucho tiempo, el Ejecutivo local cerrará un año con superávit. Tal pronóstico se desprende de la ejecución de gastos y recursos hasta septiembre, donde se vislumbra un resultado positivo de $2.612 M, apalancado en un fuerte incremento real de la recaudación.

Las cifras se conocen en la antesala de la elevación al Concejo del Presupuesto 2022, en la que se incorporará como principal novedad el pedido de endeudamiento para obra pública, un ítem que Punto biz anticipó a principios de octubre.

En el acumulado al tercer trimestre, la Municipalidad de Rosario consiguió recursos por $32.208 M, en tanto que ejecutó gastos por $29.595 M. En comparación con los guarismos del año pasado (donde las categorías estaban prácticamente empatadas), se visualiza un incremento del 68% de los ingresos, casi 20 puntos porcentuales más de lo que creció el nivel de gastos (+50%).

Para llegar al resultado positivo, basta con observar qué pasó en las principales partidas. Los ingresos tributarios -que representan cuatro de cada cinco pesos que recauda la Intendencia- tuvieron un aumento del 61%, en tanto que las remuneraciones -por donde se escurre la mitad del gasto- lo hicieron en línea con la inflación (50%).

Si no sucede nada extraño, el intendente Pablo Javkin podrá colgarse la medalla de revertir un período de 20 años con resultados negativos en las cuentas municipales. El análisis de los números muestra que el resultado financiero negativo de la Intendencia estuvo por arriba de los 10 puntos en la mayor parte de la primera década del siglo. Eso menguó a partir de 2012, cuando primero Antonio Bonfatti y después Miguel Lifschitz salieron a auxiliar las cuentas, fundamentalmente a través de inversiones de capital.

Desde que llegó al Palacio de los Leones, el líder de Creo marcó la austeridad como uno de los ejes rectores en su gestión. Ello se reafirmó con la llegada de Diego Gómez a la Secretaría de Hacienda, que impuso mano de hierro para controlar el gasto.

Si bien hay voces críticas hacia el manejo de las finanzas municipales -se achaca que hubo fuertes recortes en áreas sensibles-, lo cierto es que por primera vez en mucho tiempo la Intendencia mostrará números positivos en su balance anual.