Impresión 3D, una herramienta estratégica para industriales

La posibilidad de personalizar piezas y de producir lotes de pequeña o mediana escala de forma rentable convierten a la impresión 3D en una herramienta estratégica de la producción industrial. Las empresas rosarinas se animaron a explorar las ventajas de la fabricación aditiva y descubrieron un mundo de posibilidades, pero aún resta mucho camino por recorrer.
Mientras se van conociendo las bondades de la fabricación 3D el sector se expande y se proyecta a lo grande. Se espera que el mercado alcance a nivel global un valor de $107,7 billones de cara a 2031, lo que supone una tasa de crecimiento anual del 21,9%, según un estudio realizado por Allied Market Research.

Esta proyección se basa en la demanda de productos personalizados para obtener una ventaja competitiva y en la rápida adopción de materiales para impresión 3D. “Esta tecnología ofrece la posibilidad de crear componentes asequibles, complejos y más ligeros que con otros métodos tradicionales”, resalta el medio especializado 3D Natives en uno de sus últimos informes. El sector industrial es el usuario más destacado, ya sea para la creación de prototipado, utillaje o piezas finales.

La impresión 3D se aplica para mejorar los procesos de fabricación. En la región, las industrias que atienden la actividad agropecuaria y metalmecánica se animaron a explorar este sistema de producción económico, rápido y preciso.

El ingeniero mecánico Danilo Pizzolitto se especializó en impresión 3D y contó que la agroindustria fue la primera en descubrir sus ventajas. Es el caso, por ejemplo, de las empresas que realizan siembra de precisión y demandan mucho hardware y placas,  y en consecuencia necesitan carcazas para dispositivos electrónicos. También hay un importante nivel de adopción en las industrias metalmecánicas, cuyos procesos de producción requieren esta nueva tecnología para la fabricación de modelos que históricamente se hicieron de aluminio o madera, “procesos muy caros y muy lentos”.
Pizzolitto se metió en el mundo de la impresión 3D siendo un estudiante. Comenzó a ver que había muchos problemas que se podían resolverse con diseños especiales y fabricando a través de una impresora 3D, un método que siempre fue mucho más económico que los tradicionales. Se especializó y hoy se dedica 100% a esta tecnología, brindando tanto  capacitaciones como el servicio de diseño, desarrollo, fabricación y prototipado para la industria.
 

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