El 30% de los argentinos admite que no podrá veranear

Con el año ya en la recta final, la idea de tomarse unos días de descanso sigue presente para la mayoría de los argentinos. Sin embargo, el bolsillo vuelve a imponerse como el principal filtro a la hora de planificar.

Un informe reciente del Trend Lab de Youniversal revela que el 67% proyecta tomarse vacaciones en los próximos doce meses, aunque más del 30% admite que difícilmente pueda concretarlas por motivos económicos. La intención de viajar permanece, pero la decisión final se define al ritmo del presupuesto disponible.

Las playas continúan al tope de las preferencias, tanto en la costa local como en Brasil y el Caribe. En cambio, destinos más lejanos —como Europa o Estados Unidos— quedan en el terreno del deseo para buena parte de los encuestados. En paralelo, crecen las escapadas breves, sobre todo para fin de año, Carnaval y fines de semana largos, una modalidad que gana espacio frente a estadías más extensas.

La duración de los viajes también muestra cambios: muchas familias optan por alquilar una semana en lugar de la clásica quincena. El verano pasado había cerrado con una ocupación 20% menor que la de 2023, un retroceso asociado al mayor interés por viajar al exterior y a estancias más cortas dentro del país.

A esto se suma una percepción social que no coincide del todo con la realidad económica de los hogares. Aunque el 84% considera que la clase media fue históricamente la fuerza que impulsó al país, solo el 40% se sigue ubicando dentro de ese sector. Esa brecha influye en cómo se organizan los gastos para 2026 y en qué lugar queda el descanso dentro de las prioridades.

El informe también muestra un consumidor más selectivo, que evita pagar valores altos salvo en fechas especiales o situaciones puntuales. Una lógica que atraviesa desde el supermercado hasta el turismo.

“Lo que emerge no es simplemente un país que se ajusta, sino uno que reconfigura el sentido del consumo”, analizó Ximena Díaz Alarcón, CEO y cofundadora de Youniversal, quien resumió el ánimo general con una frase: “El deseo resiste, incluso cuando el bolsillo no acompaña”.

Mientras tanto, algunos destinos se preparan para un verano más dinámico. En la costa atlántica, hoteles de Cariló y Pinamar proyectan una mejora del 20% y apuestan a congelar precios para tentar a quienes todavía están haciendo cuentas.