Economía: no hay Plan B ni tampoco Plan A

En un informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, Víctor Beker, director del centro y licenciado en Economía Política, sostiene que la aparente falta de rumbo económico del Gobierno es, en realidad, la condición necesaria para concretar el sueño anarco-capitalista que Javier Milei creó inspirado en Friedman y Rothbard. Esto sostiene Beker en su columna:

Tras sufrir el retiro de unos 300 artículos, la jibarizada ley ómnibus fue tratada por el Congreso de la Nación. Ello significa que sólo sigue en pie la parte del proyecto que apuntaba a las reformas estructurales mientras que fue retirado lo único que aparecía como un plan económico –el capítulo de las cuestiones fiscales- y que estaba centrado en el logro de un déficit fiscal nulo.

En realidad, lo único que se asemeja a un plan económico por ahora es el acuerdo con el FMI que fija la hoja de ruta a la que debería atenerse la conducción económica. En particular, el logro de un superávit fiscal primario de alrededor del 2 por ciento del PIB este año y una acumulación neta de reservas en el año de 10.000 millones de dólares. Sin embargo, cabe señalar que, filosóficamente, el actual gobierno no cree necesario contar con un plan económico. Su idea es que el mercado debe ocuparse de ordenar las variables económicas con la menor intervención del estado. Ello es lo que precisamente se busca con las reformas estructurales: asegurar el retiro del estado de la esfera económica.

Para ello, procura desregular los diversos sectores de la economía desde el laboral, el comercial y el inmobiliario hasta el del deporte. En la misma dirección se ubica la privatización total o parcial de empresas del estado.

Logrado este objetivo, se supone que la economía buscará su propio equilibrio, para lo cual no se requiere ningún plan económico. Por ello no debe extrañar que el propio presidente haya aclarado que no existe un plan B. Tampoco un plan A,

Cabe agregar. Por eso se equivocan lo comunicadores que critican al gobierno por carecer de un plan económico explícito. En palabras de Milton Friedman –el economista favorito del presidente-, la principal tarea del Estado es proteger la libertad, asegurar el orden y los contratos privados, así como promover mercados competitivos. En el mismo sentido, Friedrich von Hayek –otro de los economistas cuyos escritos inspiran la actual gestión oficial- sostenía que el gobierno debe abstenerse de intervenir con cualquier tipo de política.

Por tanto, desde el punto de vista oficial, la carencia de un plan económico no es un defecto sino todo lo contrario, una virtud que asegura la menor interferencia estatal en la economía.

En efecto, para Murray Rothbard –el promotor del anarco-capitalismo- el estado sólo procura la expropiación de la propiedad privada a través de los impuestos.

Por tanto, cuanto menor su intervención, mejor para la economía. Tal como lo expresara en su presentación en Davos, el presidente ve a la Argentina como una cabecera de playa en la lucha contra el avance del socialismo en el mundo (ver nota siguiente). La reforma económica apunta a crear ese país llamado a ser ejemplo para el resto del globo.

¿Atraerá inversiones el discurso del presidente Milei en Davos?

El presidente Javier Milei pronunció una significativa alocución en el Foro Económico Mundial de Davos. Ante más de 1.500 líderes empresariales reunidos en el evento los instó a canalizar sus inversiones hacia la Argentina.
Tras de calificarlos como “los verdaderos protagonistas de esta historia” les aseguró que “a partir de hoy cuentan con un aliado inclaudicable en la República Argentina”.

Buena parte del discurso del presidente estuvo dedicado a advertir al mundo empresario de los peligros que le acecha, remarcando el avance en todo el mundo del socialismo que amenaza con expropiarles el capital. Utilizando distintos disfraces –comunistas, socialistas, socialdemócratas, demócrata cristianos, neo-keynesianos, progresistas, nacionalistas o globalistas- son portadores del colectivismo, que intenta controlar los destinos de millones de seres humanos, remarcó.

Frente a un mundo cercado por el socialismo, la Argentina de hoy pretende ser un islote de libertad económica donde se está restaurando el capitalismo de libre competencia tras un siglo de vivir en penumbras, aseveró.
Milei presentó a la Argentina posterior al 10 de diciembre como el paraíso dispuesto a dar refugio a los capitales que quieran escapar de los avance del colectivismo en el mundo.

Este es el objetivo de las reformas económicas planteadas en el DNU y en el proyecto de desregulación económica a consideración del Congreso. Ello debería estimular el ingreso de cuantiosas inversiones en busca de un modelo basado en la “propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la libre competencia, la división del trabajo y la cooperación social”.

Finalizó su disertación en Davos rindiendo homenaje al capitalista, calificándolo de “benefactor social” que contribuye al bienestar general.

Contrariamente a la interpretación de la mayoría de los comunicadores, puede advertirse que la intencionalidad de la referida alocución estuvo precisamente dirigida a atraer la inversión externa a la Argentina.

Habrá que ver qué respuesta dan las empresas a la entusiasta convocatoria del presidente.