De fábrica con casi mil empleados a una planta saqueada donde venden verduras

Basta con repasar el historial de algunos medios locales en Villa Gobernador Gálvez para identificar el abandono al que fue sometida la planta en los últimos años. Vandalismo y saqueo hormiga fue el denominador común en la planta de Helados Panda, fábrica que fue fundada hace más de cuatro décadas, que supo ocupar en temporada a más de mil empleados y que hoy está totalmente desactivada excepto por su depósito en los fondos donde funciona un mercado de productores frutihortícolas.

Fue allá por 2015 cuando sus actuales propietarios decidieron dejar de fabricar helados bajo la marca Panda, hecho que se precipitó luego de la caída de algunos contratos de fason que se habían contraído con la sociedad controlante de la marca cordobesa Grido que elaboraba allí algunos de sus productos. Desde entonces el lugar fue objeto de robos constantes, hecho que ha llevado a que prácticamente no exista una maquinaria completa dentro del edificio ubicado sobre avenida San Martin al 2800 en la ciudad al sur de Rosario.

“Lo triste es que llegaron a trabajar 1.200 empleados en las temporadas más fuertes, era una fábrica emblema de la ciudad y es triste verla cerrada en la actualidad”, repite una y otra vez Alberto Ricci, intendente de Villa Gobernador Gálvez, en contacto con Punto biz, sobre la gran mole que hoy luce abandonada.

Fundada por la familia Bakst para dar vida a la marca La Montevideana, el complejo industrial pasó en los años 90 a la multinacional Unilever, que fabricó con la emblemática marca del camioncito y luego le dio paso a Kibón. Previo a la crisis de 2001 la planta volvió a manos de los Bakst aunque no la etiqueta La Montevideana que fue adquirida por otra familia de heladeros, los rosarinos Comanducci que son actuales propietarios. 

Los Bakst entonces crearon Panda, una marca que logró un desarrollo efímero con penetración eminentemente en el centro del país, que nunca logró un despegue total. Fue en 2011 que los Bakst se volvieron a desprender del predio para nunca más regresar al negocio del helado.

La suerte de la fábrica parecía signada por el ocaso. Es que el grupo de origen correntino que tomó posesión de la infraestructura, si bien continuó con Panda y activó la fabricación de helados para terceros, incluyendo Grido, nunca dio con un management adecuado para operar con sustentabilidad económica.

Las máquinas se pararon a finales de 2015 ya sin materia prima para la elaboración de helados y con las indemnizaciones sobre la mesa para los 70 empleados que seguían ligados a la firma.

“Estuvo dando vueltas la posibilidad de una inversión para fabricar helados bajo una marca que se comercializara exclusivamente en la red de supermercados de origen chino, pero quedó en la nada”, sumó Ricci sobre las alternativas que se analizaron para una posible reactivación.

Lo cierto es que el presente de la ex Panda dista muchísimo de la compañía que se quedó con la marca La Montevideana. La firma Monthelado, de los Comanducci, en calle Vélez Sarsfield al 1200 en Rosario, tal como contó Punto biz la semana pasada, atraviesa un presente de fuerte expansión con inversión en bienes de capital y contratos que la proyectan a toda América Latina.

En el predio de Villa Gobernador Gálvez, en cambio, opera un mercado de productores con regular éxito. “Los propietarios de la planta alquilaron el depósito del fondo del complejo fabril donde antes funcionaba un gran depósito y allí opera un espacio para la venta de frutas y verduras de algunos productores de la región”, indicó el intendente sobre el mercado en cuestión que se inauguró en noviembre del año pasado.