Compañía redobló inversiones en equipamiento y apuesta a la minería

La firma Rizzotto Pieragostini SRL viene de concretar un proceso de fuertes inversiones. Si bien en 2021 ya había concretado una fuerte renovación de equipamiento, el recorrido hacia la modernización se profundizó durante el 2022, el 2023 y parte del 2024. Con base en Rafaela, la compañía ahora encara un importante trabajo de consultoría para ser más eficiente y competir con actores internacionales con la mirada puesta en la minería, donde todavía no tienen un desarrollo de negocio muy voluminoso.

Con la marca Poleas RP, la mercadería de Rizzotto Pieragostini SRL, basada fundamentalmente en poleas industriales de fundición nodular, está presentes en maquinaria pesada que se emplea en los más diversos rubros, desde la fabricación de implementos agrícolas, a la actividad forestal, la generación de energía y el petróleo. Todo ese impulso es el que los mueve hacia crecer con mayor volumen de clientes y rubros a los que atender. Quizás por esa razón es que por un lado vienen de implementar un fuerte movimiento de bienes de capital tanto en la fundición como en la planta de mecanizados.

“En la fundición incorporamos nuevo equipamiento en el sistema de moldeo automático, invertimos en un molino de preparación de tierra de última generación, y también en un equipo de medición química de metales. Estuvimos desarrollando aceros durante 2022 y el 23, como para poder insertarnos en el sector minero, un vertical al que pretendemos apostar fuerte”, explicó Mauricio Rizzotto, uno de los socios de la compañía, en contacto con Punto biz.

Pero el desembolso no quedó solo en el área de fundición. “En la planta de mecanizados incorporamos centros de torneado y algunos tornos también de última generación, ya durante 2023. Luego empezamos a implementar un sistema de industria 4.0, basado en la toma de datos online de los tiempos de producción de los tornos. También estamos desde  fines de 2023, con una importante tarea de consultoría. Estamos revisando todos estos procesos, blandos y duros, con el objetivo final del lanzamiento del nuevo plan estratégico, que entendemos que en los próximos meses ya lo vamos a tener. En esa hoja de ruta ya hemos incorporado el nuevo modelo de país planteado por el nuevo gobierno, donde ahí en función de fortalezas y debilidades vamos a ir haciendo foco para sostener el mercado que tenemos y crecer. Seguramente tanto la agroindustria como el petróleo y la minería”, expuso el ejecutivo.

El industrial parte de la base de encarar un 2025 que se presenta complejo. “Después de esperar y querer que la macro se acomode, entendemos que tiene que haber señales para la micro, para la industria, porque si no es muy complejo competir. Yo creo que muchas industrias estamos trabajando internamente, venimos trabajando desde hace mucho tiempo para ser competitivos, pero eso lo podemos hacer mejorando nuestra productividad puertas adentro. La competitividad sistémica la debe dar el Estado a través de su carga impositiva, de sus costos logísticos, de su infraestructura como país, y entendemos que en eso hay un déficit más grande que la productividad de las empresas”, indicó Rizzotto.

 “Sin la competitividad sistémica es muy difícil nivelar la cancha para poder competir con los productos que entran de otros países donde la competitividad ya está mucho más aceitada y es mucho más fuerte que la nuestra. Entonces ahí es como que tenemos una desventaja competitiva en la cual como empresarios solos mucho no podemos hacer”, concluyó.