Vicentin respondió a presión de bancos y aseguró fasones para 2022

Buscando despejar dudas sobre la operatividad de sus plantas, la agroexportadora Vicentin informó que ya recibió una propuesta para que Molinos Agro y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) realicen contratos de fason desde marzo a diciembre de 2022. El entendimiento, igualmente, está supeditado a que la concursada logre arreglar con sus acreedores, algo que deberá ocurrir antes del 16 de diciembre.

Con esta jugada, la compañía sale a responder al planteo realizado por los bancos extranjeros, que plantearon recientemente su preocupación por la continuidad de los fasones. Hasta ayer, la agroexportadora se limitaba a decir que estaba "en negociaciones" con terceras empresas, planteando que no se podían dar mayores precisiones porque no estaban claras aún las intenciones de siembra.

Luego que los bancos -con poder de veto en el concurso- se manifestaran, ahora Vicentin logró arribar a un acuerdo y brindó detalles de la propuesta que trabaja con Molinos y ACA. Según expresó a través de su abogado, los fasones irán desde marzo a diciembre de 2022, "con un volumen mínimo de 300.000 toneladas mensuales y un máximo de 400.000 toneladas mensuales" para cada una de las empresas.

Con una tarifa a pactar que rondaría los u$s 16 por tonelada, el acuerdo "incluiría" una cláusula de rescisión recíproca, sin pago de penalidad, en el caso de que el proceso concursal devenga en los términos del artículo 48 de la ley de concursos y quiebras, esto es, el salvataje y/o cramdown. También caería en caso que Molinos y ACA decidan no acordar una propuesta vinculante con los accionistas de Vicentin.

Básicamente, lo que plantea la concursada es que los potenciales inversores se comprometen a asegurar la operatividad de la planta, siempre y cuando se llegue a un acuerdo dentro del concurso. Para ello hay tiempo -por ahora- hasta el 16 de diciembre, fecha en la que vence el período de exclusividad. En el juzgado no se recibió ningún pedido de prórroga, pero ya analizan ese escenario como posible, según pudo saber Punto biz.

Una semana atrás, Vicentin brindó detalles sobre una propuesta de pago que tiene como ejes centrales una fuerte quita (70%) pero asegura el pago en moneda dura. Según los cálculos de la empresa, la deuda dolarizada a la fecha de ingreso a concurso era de u$s 1.573, por lo que el importe final a pagar sería de u$s 485 M.

La propuesta fue recibida con ceño fruncido entre el grupo de acreedores más duros -que se referencian con la corredora Grassi-, pero desde la agroexportadora entienden que pueden prescindir de ellos, siempre y cuando logren arreglar con los bancos, y tras ellos se pliegue un número importante de acreedores comerciales más pequeños).

Hasta aquí, la banca extranjera siempre se mostró dispuesta al diálogo pero hizo sentir su fuerte peso en el concurso, marcando la cancha. Cuando se consultó al consorcio de acreedores financieros internacionales por la última propuesta de pago de Vicentin, la respuesta fue en el mismo sentido: queremos arreglar, pero que muestren la oferta en el expediente.

Y antes  de dar una opinión, los bancos requirieron asegurar la continuidad de los fasones, lo que Vicentin contestó precisamente ahora. Si no prosperase el acuerdo con Molinos y ACA, la agroexportadora ya había informado que tenía en el banco de suplentes dos propuestas de fasones con la Unión Agrícola de Avellaneda y la brasileña Amaggi, aunque por volumenes muy menores, que rondan el millón de toneladas cada una.