Vicentin confirma que por ahora no pagará los sueldos de marzo

La crisis de Vicentin sumó un nuevo y preocupante capítulo este domingo, cuando la empresa informó oficialmente a sus trabajadores que no abonará los salarios correspondientes al mes de marzo. En una comunicación interna firmada por el Directorio, la firma justificó la decisión por la “falta de capacidad operativa” derivada de "circunstancias extraordinarias" y recientes decisiones judiciales que, aseguran, afectaron gravemente su funcionamiento.

"Con gran pesar y responsabilidad queremos informarles sobre la situación actual de nuestra empresa (...). Esto ha tenido un impacto directo en nuestras operaciones y, lamentablemente, también en nuestra capacidad para cumplir con nuestras obligaciones económicas más esenciales, entre las que se encuentran (...) el pago de los salarios correspondientes al mes de marzo", señala el comunicado al que tuvo acceso Punto biz.

Según la empresa, varios de sus clientes habrían suspendido o demorado el envío de insumos clave, lo que provocó la paralización de sus plantas, hecho que confirmó el sábado. “La parada segura de todas las plantas que dispusimos ayer permitirá la protección de los activos, esenciales para la rápida reactivación cuando las condiciones lo permitan”, agrega el texto.

La reacción sindical no se hizo esperar. El gremio de trabajadores aceiteros —que ya había advertido sobre los retrasos— había fijado un ultimátum hasta este martes 8 de abril, fecha límite legal para el depósito de salarios. Si no hay una solución antes del fin del día, los representantes gremiales anticiparon que podrían lanzar un plan de lucha que incluiría paros, movilizaciones y acciones judiciales.

“Los trabajadores no pueden seguir pagando el costo de una gestión desastrosa y de una empresa que no da respuestas. Si el martes no está depositado el sueldo, no hay dudas de que empieza el conflicto”, señaló a este medio una fuente sindical cercana a la conducción de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA).

La empresa santafesina, una de las mayores agroexportadoras del país, se encuentra sumida en una crisis financiera desde diciembre de 2019, cuando cayó en cesación de pagos por una deuda que rondaba los 1.500 millones de dólares. Desde entonces, enfrenta una compleja trama judicial que incluye el concurso de acreedores con un plan de pagos que está trabado, denuncias por fraude y reclamos de proveedores, exportadores y bancos.

Desde la empresa aseguran que mantienen el “compromiso con los trabajadores y con el futuro de la empresa”, y que continúan dialogando con las partes involucradas para encontrar alternativas de salida. Sin embargo, las definiciones concretas no llegan y la tensión en las plantas industriales aumenta día tras día.

Mientras tanto, cientos de trabajadores permanecen sin certezas sobre el cobro de sus salarios ni sobre la continuidad de sus fuentes laborales. Si no hay una solución en las próximas horas, el conflicto podría escalar rápidamente y sumar un nuevo foco de tensión en el ya complejo mapa sindical e industrial del país.