Se recuperó de una dura crisis, logró récord de ventas y suma personal

persoSon sinónimo de maquinaria agrícola, no solo en Santa Fe. La empresa se fundó en 1925 y fue de las pioneras en fabricar herramientas para el campo en toda América del Sur. Bernardin, tal el nombre de la marca que durante años contribuyó al crecimiento de la localidad santafesina de San Vicente donde nació, de a poco recupera el esplendor perdido cuando estuvo a punto de cerrar definitivamente.

El viento de cola que sopló fuerte desde mitad del año pasado y se mantiene para muchas empresas referentes en el rubro de las agromáquinas también benefició a Alfaterra, la sociedad que desde 2014 controla a Agroindustrial San Vicente SA que tiene nada más y nada menos que 20.000 m2 cubiertos.

“Si tengo que establecer cuánto crecimos en ventas desde el 2019 a esta parte tengo que hablar de un 250%. Es una demanda muy importante la que estamos experimentando que lejos de amesetarse continúa en este 2021”, mencionó Adrián Hang, gerente comercial de la firma, en contacto con Punto biz.

El buen presente no tiene antecedentes de 2014 a esta parte, momento en que el establecimiento fabril pasó a tener nuevos administradores. “En los últimos meses además incorporamos personal. Abrimos 10 nuevos puntos y llegamos a los 55 trabajadores, el número más alto desde la llegada de los nuevos gerenciadores”, mencionó Hang, sobre el estado actual de la compañía, que supo ser la primera en la Argentina en fabricar cosechadoras de granos y llegó a sobrepasar el centenar de colabroadores. De hecho el fundador, Andrés Bernardin, revolucionó el mundo de la trilla a nivel mundial aportando al campo múltiples invenciones, como el concepto del cabezal maicero, dispositivo que tiene vigencia hasta nuestros días.

El incremento en el volumen de producción trajo aparejado inversiones estratégicas para las viejas naves industriales. “Como espacio tenemos de sobra, encaramos un ambicioso proceso de modernización de las plantas que va desde las cuestiones más estructurales, como el recambio de los techos, a la incorporación de maquinaria que permite acelerar el proceso de trabajo”, planteó el Ejecutivo.

“El desembolso es en varias etapas e incluye la incorporación de una plegadora hidráulica provista de control numérico por computadora (CNC), la compra de una cortadora láser que está llegando en los próximos días, equipos de soldadura nuevos y la renovación del parque de vehículos utilitarios pra venta y servicio técnico”, enumeró Hang.

Aunque en la planta ya no hacen cosechadoras, el presente los encuentra con un portfolio de productos que va desde secadoras de granos a pala frontales pasando por procesadoras de alimentos balanceados, desmalezadoras, y acoplados. “Nuestro producto estrella y por el que apostamos a sumar siempre más innovación son las fertilizadoras. La tecnología evoluciona y siempre buscamos que la línea sea moderna ya que el productor invierte en modelos que le aseguren mayor precisión”, puntualizó.

Después de la crisis y la adquisición de la planta y la marca por parte del grupo Alfaterra en 2014, la orientación de Bernardin se inclinó hacia el comercio exterior posicionándose como un proveedor de repuestos. Recién en 2017 hizo su debut su primer pack de productos finales para el mercado interno precisamente con las fertilizadoras, desde entonces la firma acompañó la curva que experimentaron otras fabricantes de maquinaria del agro.