La reacción gremial a la paralización de Vicentin

El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) del Departamento San Lorenzo, conducido por Daniel Succi, expresó su “profunda preocupación” ante la decisión de la empresa Vicentin SAIC de paralizar sus actividades por la falta de mercadería. En un comunicado difundido este viernes, el gremio calificó la situación como “grave”, aunque aclaró que ese término ya había sido utilizado por la empresa, los veedores judiciales y la sindicatura.

La crisis en la agroexportadora, que lleva casi cinco años en concurso preventivo, vuelve a generar incertidumbre en el cordón industrial santafesino, donde Vicentin tiene una fuerte presencia. La paralización de sus plantas implica un nuevo golpe para los trabajadores y las economías regionales.

Desde el gremio se informó que han mantenido conversaciones con el juez del concurso y los veedores judiciales, y que también han presentado escritos como parte del comité de acreedores en representación de los trabajadores. Además, confirmaron que los salarios correspondientes al mes de febrero ya fueron abonados, mientras que los de marzo aún están pendientes de pago.

“Debemos esperar hasta el día martes para el cumplimiento del pago de los salarios de marzo”, advirtió el sindicato. En tanto, aseguraron que no se tomarán medidas gremiales mientras no haya incumplimientos por parte de la empresa. “Ante la primera muestra de incumplimiento hacia los trabajadores, tomaremos las medidas gremiales correspondientes”, subrayaron.

El SOEA también remarcó que todo el personal convocado por la empresa debe presentarse a trabajar. “Consideramos que los compañeros que han sido convocados deben hacerlo”, indicaron, en un intento por llevar calma a los operarios en medio de la incertidumbre.

En el comunicado, el gremio dejó en claro que su único objetivo es “el mantenimiento de la fuente de trabajo, de todos los puestos laborales y el pago de los salarios”.

Vicentin, una de las mayores agroexportadoras del país hasta su colapso financiero en 2019, enfrenta desde entonces un prolongado proceso judicial, numerosos reclamos de acreedores y una situación operativa frágil. A pesar de varios intentos de reestructuración, la empresa no ha logrado recuperar su estabilidad ni garantizar un funcionamiento sostenido.

Desde el SOEA, bajo la conducción de Succi, reiteraron su compromiso de continuar trabajando “en pos de defender los derechos de los trabajadores y el valor del trabajo”, en un conflicto que, lejos de cerrarse, suma nuevas tensiones.