Exportadores aceleran ventas por el fin de la rebaja de retenciones

Con la cuenta regresiva corriendo hacia el 30 de junio, el complejo sojero argentino pisa el acelerador. Según el último Reporte del Mercado de Granos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) registraron un salto inusual: más de 6 millones de toneladas del complejo soja ya fueron anotadas para exportar a partir de julio, en un movimiento que busca adelantar operaciones antes del aumento en los derechos de exportación.

El anticipo no es menor: desde el 1° de julio, las retenciones volverán a los niveles vigentes hasta mediados de enero. Para la soja en grano subirán del 26% al 33%, y en el caso de la harina y el aceite, del 24,5% al 31%. También el maíz se verá afectado, pasando del 9,5% al 12%.

La inminente suba de retenciones tiene un efecto inmediato en el negocio. El poder de compra teórico del sector exportador cae un 9% en soja y 3% en maíz, según cálculos del informe. Con menos margen para pagar precios competitivos al productor, la dinámica anticipada de ventas parece una jugada defensiva frente a lo que se viene.

Los datos de junio lo reflejan con claridad

- 930.000 toneladas de aceite de soja

- 2,1 millones de toneladas de soja en grano

- 3,2 millones de toneladas de harina

Todo eso ya fue anotado para embarques desde julio en adelante. El total asciende a 6,1 millones de toneladas del complejo soja, con récords que superan registros históricos.

En paralelo a esta aceleración comercial, Argentina sumó un nuevo hito: realizó su primera exportación de harina de soja a China, uno de los mercados más codiciados y hasta ahora inaccesible para ese subproducto argentino.

Según reportó Reuters, un grupo de empresas chinas dedicadas a la alimentación animal cerró un acuerdo por 30.000 toneladas, que serán embarcadas el mes próximo. ¿Por qué ahora? China busca diversificar su abastecimiento de harina de soja ante posibles tensiones comerciales con EE.UU., y encontró en Argentina precios más convenientes que los del mercado local.

La otra cara del agro 

En la otra cara del agro, el trigo transita un momento tenso. Si bien las heladas y los vientos fríos trajeron algo de alivio en los lotes anegados de la región núcleo, el avance de siembra todavía está retrasado. Según SAGyP, se logró cubrir un 70% de la superficie estimada, achicando diferencias con el ciclo anterior, pero en Buenos Aires y Santa Fe el atraso aún es significativo.

Al problema climático se le sumó otro: el impacto geopolítico en el mercado de fertilizantes. La escalada de tensión en Medio Oriente encareció los precios internacionales de la urea, justo en el momento en que arranca la refertilización fina. El valor importado subió 8% en una semana, hasta los u$s450 por tonelada, y el precio en plaza local alcanzó los u$s563, la relación más desfavorable con el trigo en al menos tres años.

Mientras tanto, en Chicago, el maíz no encuentra piso porque Brasil estaría recolectando “la madre de todas las safrinhas”, con una estimación récord de 123,3 millones de toneladas solo para el ciclo de segunda.

Esta oferta masiva se tradujo en una fuerte presión bajista. El contrato de referencia perdió u$s16 en las últimas dos semanas, con un retroceso desde los u$s175/t hasta los u$s159/t. La mayor parte de la baja ocurrió en los últimos días.