Vicentin: los ocho interesados en reactivar la planta de San Lorenzo

El futuro inmediato de Vicentin dio este viernes un paso clave con la reanudación de las audiencias entre las partes, convocadas por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe. Luego del cuarto intermedio definido el martes pasado, la jornada permitió avanzar en la articulación de acuerdos que apuntan a garantizar la continuidad operativa de las plantas de la agroexportadora en el marco de su proceso de intervención judicial.

Según pudo saber Punto biz en diálogo con el ministro de Trabajo provincial, Roald "Coco" Báscolo, ocho empresas manifestaron su interés en enviar materia prima para que Vicentin procese bajo la modalidad de fasón, una figura contractual mediante la cual la agroexportadora presta servicios industriales de molienda sin adquirir la mercadería.

El volumen comprometido ronda las 510.000 toneladas mensuales de soja para la planta de San Lorenzo, mientras que también se garantizó volumen adicional de girasol para que la planta de Ricardone continúe operando a plena capacidad hasta julio o agosto.

Las firmas que integran este paquete de apoyo industrial son Bunge, Viterra, ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas), Cargill, Dreyfus y Molinos Agro. Juntas, las firmas antes mencionadas comprometen 350.000 toneladas mensuales a un valor de US$20 por tonelada durante los primeros dos meses, US$19 para el segundo bimestre y US$18 para el último. Commodities (100.000 tn/mes a u$s18 la tn) y UAA (Unión Agrícola de Avellaneda) con 20.000 tn/mes de girasol, completan el pool de empresas.

“Salió todo muy bien”, destacó el funcionario, quien remarcó que ahora será tarea de los interventores judiciales de la empresa evaluar las propuestas y asignar los cupos correspondientes de molienda.

Además, la reactivación de los contratos permite destrabar el pago de salarios, uno de los puntos críticos de las últimas semanas. De acuerdo a lo expresado por Báscolo, el 40% de los sueldos será abonado la semana próxima, y el saldo restante se definirá a medida que se concreten las firmas de los acuerdos con las cerealeras.

Este nuevo avance se produce en medio de la intervención judicial dispuesta por la Corte Suprema de Santa Fe, y en paralelo a la evaluación del recurso de queja que Vicentin presentó ante la Corte Suprema de la Nación para intentar revertir la homologación caída de su propuesta concursal. En este escenario, los contratos de fason aparecen como una herramienta clave para sostener la actividad fabril y asegurar los puestos de trabajo en el corto plazo.