Aceitera está parada y arregló plan B con el gremio para tratar de evitar despidos

Días después de que la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) saliera a manifestar públicamente el riesgo de paralización de la actividad a partir de la escasez de soja para procesar en las plantas de la región, un establecimiento que viene desde hace meses afectado por el magro ingreso de materia ahora decidió, en acuerdo con el gremio, suspender la liquidación de aportes a la seguridad social del personal en relación de dependencia como medida para evitar suspensiones.

La planta en cuestión es la de Aceitera Chabás, integrada al holding AGD, que está afectada por la falta de mercadería para procesar desde el mes mayo, cuando prescindieron de un centenar de colaboradores contratados. Ante la persistencia del fenómeno ahora la conducción de la compañía arregló con el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Chabás que hasta que se reanuden las operaciones los 108 empleados recibirán solo el sueldo de bolsillo.

“Terminamos implementando el mal menor. Los 108 trabajadores aceiteros siguen vinculados a la empresa, cumplen con la carga horaria establecida, pero ante la falta de mercadería el mes pasado se consensuó a instancias del Ministerio de Trabajo que la patronal no haga aportes hasta tanto se revierta el déficit de materia prima. MIentras tanto esperamos que hasta que se llegue el producto de la campaña grues 2023/24 la planta pueda retornar a operaciones al menos por dos meses”, confió Oscar Massi, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Chabás, en contacto con Punto biz.

En el medio, los trabajadores llegan a la planta y poco tienen para hacer. “La firma decidió prescindir de los servicios de unos 70 tercerizados que no estaban vinculados al gremio y ahora nuestro personal muchas veces hacen tareas que no necesariamente son las inherentes a su tarea habitual, pero es que no hay soja para hacer aceite”, planteó Massi.

Aceitera Chabás fue noticia el mayo cuando avanzó en la suspensión de los colaboradores tercerizados, como primera instancia para atravesar la crisis de materia prima. A partir de entonces se activaron las negociaciones con el gremio que pretendía que no se ampliarán las cesantías a sus afiliados. Finalmente lograron un punto intermedio. “Es una salida creativa. De esta manera nuestro personal obtiene el 100% de salario de bolsillo y el aguinaldo, además de estar abocado todo el turno a tareas que la firma defina”, amplió el referente gremial, sobre una impronta que ahora expone a personal aceitero realizando tareas de mantenimiento de planta que no son las tradicionales.