El laboratorio de la Bolsa de Santa Fe cortó cintas en el Puerto

La Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Santa Fe cortó cortó anoche las cintas de su flamante complejo de laboratorios de análisis de calidad de granos en terrenos del puerto de la capital provincial. El nuevo alojamiento permitirá multiplicar 2.5 veces el volumen de trabajo, además de agregar nuevas prestaciones gracias a la incorporación de la más moderna tecnología. El acto de ayer fue presidio por el subsecretario de Mercados Agropecuarios de la Nación, Jesús Silveyra; el intendente de Santa Fe, José Corral; el secretario de Transporte de Santa Fe, Pablo Jukic y la autoridades de la entidad anfitriona encabezadas por el presidente de la Bolsa, Ulises Mendoza, y el titular de la Cámara Arbitral, Oscar Ravasio. 

El incremento en la demanda de análisis que experimentó el laboratorio de la Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Santa Fe obligó a buscar un nuevo destino donde ampliar el volumen de trabajo que se realizaba en el edificio céntrico de la ciudad (disponía de 450m2) y fue así que en 2016 se firmó un contrato de locación por 30 años en terrenos del puerto de Santa Fe con el objetivo de levantar allí  un nuevo  edificio que lleve la capacidad instalada de análisis anuales  de los 60.000 actuales a 100.000.El edificio tiene  tres unidades independientes destinadas a los análisis comerciales, de semillas y químicos, que se podrán habilitar por etapas y equipar por etapas. Son 650 metros cubiertos con una inversión que rondó el u$s 1M.

Además de los análisis de agua, tierra, forraje (rollos y fardos) o piensos (alimentos balanceados, extrusados, mezclas), la Cámara Arbitral santafesina trabaja examinando la calidad de las cargas de granos provenientes del centro-norte santafesino, así como de otras provincias como Chaco, Santiago del Estero o Córdoba, además de cooperativas de la región. En el último tiempo también se sumó el análisis de detección del evento Intacta RR2 Pro en la soja.Por ser el laboratorio más cercano, la CAC de Santa Fe analiza todas las muestras de la cosecha del norte; aun si la carga fue directo a los puertos del sur. Así hoy se analiza maíz, trigo y girasol, que bien puede haber sido descargado los puertos del Gran Rosario.

A los tradicionales análisis de granos, agua y suelos -entre otros- sumarán el de micotoxinas, con la incorporación de cromatógrafos líquidos y gaseosos según normas de la Unión Europea. También la detección de metales pesados (cromo, plomo) con un equipo de absorción atómica; y análisis genéticos de semillas mediante instrumentos de electroforesis y PCR en tiempo real. Incluso medirán amilasa, una encima útil para la panificación, con el objetivo de posicionarse también en el rubro alimentos.