Subastas solidarias: la otra cara del negocio de los self storage

El famoso reality show televisivo “Storage Wars” estableció en la audiencia la idea de que se puede obtener mucho dinero en USA con la compra de las cosas guardadas en self storages que se rematan por falta de pago. Aunque, esto es cierto, existe un “lado B” de este negocio que está lejos de perseguir el lucro. Se trata de una oportunidad única para los operadores y dueños de self storages de contribuir a la comunidad con acciones caritativas, a través de subastas con fines benéficos. El proyecto fue impulsado por dos insiders de los depósitos de almacenamiento.

En la actualidad, el negocio cuenta con una altísima demanda, tanto de parte de personas directas que necesitan guardar objetos personales, como de empresas que almacenan mercadería y otros bienes. Son, en total, unos 32 millones usuarios los que alquilan estos depósitos, con una facturación anual de más de u$s5 M, según datos de la plataforma de comunicación Thinkinworld.

Sin embargo, existen casos de depósitos que van a remate, por falta de pago, repletos de objetos de valor. ¿Qué pasa con sus contenidos?, el CEO y fundador de BAS Storage Marcos Victorica, comenta que “cuando uno lleva tantos años en el negocio de los self storages le toca ver más de una unidad que deja de pagar y nunca es reclamada por el dueño de su contenido. La ley estipula que a partir de un mes de retraso se puede rematar el contenido. En esos casos, debido a la gran demanda, es imperioso subastar los bienes para liberar el espacio de almacenamiento”.

Charity Storage es una iniciativa creada en 2010 por Lance Watkins, quien conocía el negocio por su paso por el Reality, y Barry Hoeven, ambos, con experiencia en self storages. La idea fundamental era darle un fin más solidario a los objetos que quedan abandonados en cientos de puntos del país. Con un enfoque altruista y filántropo, los dos empresarios comenzaron a organizar subastas para la recaudación de fondos destinada a apoyar organizaciones benéficas en los Estados Unidos.

El modelo consiste en trasladar los contenidos a unidades vacías para poder organizar y clasificar los objetos. Luego, se subastan a través de StorageTreasures.com u otras plataformas de subastas para la recaudación de fondos. El dinero obtenido, se reparte estratégicamente entre los operadores de self storage que cuentan con centros de entrega de donaciones en sus instalaciones (60 %); un 20 % a Kure It Cancer Research; 10 % al programa de Becas de la Fundación SSA; y otro 10 % está destinado a las operaciones de Charity Storage.

De esta manera, se logra la participación activa de un público más amplio que, de otra forma, no estaría interesado en donar dinero voluntariamente. Cabe destacar que la organización recibe numerosas donaciones para subastas que no provienen de depósitos abandonados. En 2022, recibieron más de u$s9 mil dólares en objetos de valor en calidad de donaciones.

Según el informe anual de Charity Storage, en 2022, se recaudaron u$s143.676 de patrocinadores, donaciones y subastas. Unos u$s 125.006 fueron destinados a causas benéficas, mientras que u$s22.903 se destinaron a fines administrativos.