Buscando un plan regional para limar asimetrías con la metrópoli

Una noticia le permitió al gobernador Maximiliano Pullaro garabatear, el jueves pasado, un gesto de alivio. Mínimo, es cierto, porque la buena nueva puede tener una cercana fecha de vencimiento. Luego de trajinar durante semanas el tema de la seguridad, de quedar colocado en el centro de la escena nacional gestionando medidas para moderar la violencia urbana que azota a Rosario, el radical logró una tregua en el conflicto docente, un tema cuya irresolución comenzaba a irritarlo. Un reflejo de eso: pocos días antes amenazó con descontar los días de paro. Guardó esa carta todo lo que pudo. Sabía de los beneficios y los riesgos que podía encontrar al utilizarla. Le salió bien. Al menos por ahora.
La paritaria se había extendido más de la cuenta. Fueron tres meses de una negociación casi siempre empantanada. Finalmente, las y los maestros aceptaron –en una votación apretada en el resultado– la propuesta para alcanzar un módico aumento del 18%. ¿Es, acaso, el final del conflicto docente? Nada más lejos de eso. En la semana los funcionarios provinciales tendrán que sentarse a negociar futuros aumentos. Si la inflación no puede ser domada la paritaria será ya no un mecanismo ocasional, sino una constante.  
Amsafé y Sadop, los gremios que representan a la docencia pública y privada, describieron a la oferta como “mala”. Aceptaron igual. Entendieron que los castigados bolsillos de sus afiliados, en medio de una crisis galopante, no permitía ceder ninguna mejora salarial. Por más magra que sea. Buscaron, además, evitar el descuento por los días de paro. Como se ve, influyó mucho la necesidad.
El clima de desagrado se reflejó en las asambleas, donde se habló de iniciar el 18 de abril “una nueva batalla” y de la chance de ingresar “en un nuevo conflicto”. El Gobierno ofreció retomar ese día la negociación pensando en lo que viene. Podría entenderse que lo que se logró es, apenas, una tregua. No debiera sorprender que empiecen a asomar nuevas medidas de fuerza en breve. Los precios corren más rápido que los sueldos. Eso no ayuda en nada para cerrar acuerdos de fondo y a mediano plazo.
“Vamos a volver a exigir, a un gobierno provincial que tiene recursos, que haga una propuesta salarial en línea con la inflación y que tengamos un reconocimiento por la pérdida del incentivo docente”, planteó Rodrigo Alonso, de Amsafé, tras la aceptación de la paritaria. La tensión, como se ve, sigue flotando en esa relación.
 
Un bloque que busca expandirse

Pullaro tomará el martes próximo la conducción de la Región Centro, el bloque de integración territorial que comparten Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. Rogelio Frigerio entregará el mando en su provincia y estará presente también el cordobés Martín Llaryora. La ceremonia continuará en el predio de La Redonda, en Santa Fe capital.
Como parte de las cuestiones protocolares –y no tanto– se aguarda que haya al menos un representante del gobierno nacional. Podría ser Guillermo Francos, ministro del Interior. No es una presencia para minimizar. El presidente Javier Milei tiene habituales manifestaciones públicas con las que busca azuzar a los gobernadores y marcar diferencias con modos poco ortodoxos. Hace pocos días se abrió, entre unos y otros, un canal de diálogo para encauzar la nueva ley ómnibus.
Pullaro, Laryora y Frigerio mostraron disposición para avanzar con los deseos del libertario. La llegada de un ministro con peso dentro del gabinete para bendecir la ceremonia en un bloque con clara raíz federal, exhibiría que la relación está en un momento de menor tensión y de mayor acercamiento.  
El santafesino cree que la integración entre provincias es clave para compensar las desigualdades que ocurren entre el interior y el Amba. Lo repite como un mantra. Tanto, que desde su cargo como presidente temporal de la Región Centro piensa en extender acuerdos y abarcar a otros distritos del litoral. Ya lo habló con el correntino Gustavo Valdés y el chaqueño Leandro Zdero.
“Vamos a tratar de generar interacciones con provincias que no forman parte del bloque. Con una visión pragmática y apuntando a los temas que nos interesan”, explicó a Punto biz uno de los hombres más cercanos al gobernador santafesino.
Ya hay una agenda con temas posibles que van desde lo productivo hasta lo ambiental, pasando por el turismo o la obra pública. Acuerdos por la hidrovía, con el agro, el biodiesel o la pesca, son algunos de los temas ya punteados.
La intención es trabajar asociados para reducir asimetrías, discutir con otro peso frente al gobierno central, buscando nuevos mercados y profundizando el comercio internacional. Podría ser, acaso, una nueva plataforma para que el gobernador santafesino gane peso regional y nacional. Esa, también, es una idea que lo entusiasma. Proyectarse en otros lugares siempre es una posibilidad tentadora. Mucho más para un dirigente cuyo mandato, sin reelección posible, nació con la fecha de vencimiento impuesta.