"La única manera de gobernar de Maduro va a ser mediante la represión"

Las elecciones en Venezuela son el tema principal de la agenda política latinoamericana. Mientras que el oficialismo sostiene haber ganado con el 51%, la oposición asegura haber obtenido más del 70% de los sufragios. En este contexto, la gobernabilidad de Nicolás Maduro está en jaque.  

En diálogo con el programa radial Base de Datos (lunes a viernes de 10 a 12 hs por FM Meridiano 107.1), Mariano Yakimavicius, analista de política internacional, brindó su perspectiva de la situación. 

- Está muy complicada la situación, empiezan a aparecer muertos y daría la impresión de que hay mucha incertidumbre.

- Sí, efectivamente. Hay una gran incertidumbre porque hay dos posturas contrapuestas. La oposición dice tener en su poder el 73% de las actas, que son las que reflejan el bloque mayoritario de votos y que arrojarían una diferencia sustancial con lo expresado por el Comando Nacional Electoral, que le dio la victoria a Nicolás Maduro, sin tener un respaldo documentado de esas cifras y que obviamente abre cualquier tipo de suspicacia respecto de la veracidad del resultado que manifiesta tener.

No solamente suspicacia, si uno seguía por lo que arrojaban los sondeos de opinión en los días previos, en el clima político e, incluso, hasta en la postura de algunos países latinoamericanos tradicionalmente afines al régimen gobernante en Venezuela. Se da cuenta de que todo parecía indicar que las cifras no iban a acompañar al Gobierno de Nicolás Maduro. Pero también es cierto que el Gobierno se abroqueló en torno a una postura que inicialmente fue no dar el brazo a torcer y mantenerse firme en proclamar una victoria a como diera lugar. Si uno se fija en las dificultades enormes, incluso hasta en las expulsiones que hubo respecto a observaciones internacionales, todo da a entender que había una opacidad generada con un fin deliberado.

- ¿Cuán importante puede llegar a ser lo que hagan México y Colombia, que son los países más amigos que le quedan a Maduro en la región? Hasta el momento han tomado cierta distancia. 

- Eso es interesante, porque son países que tienen gobiernos de corte progresista y esta situación les resulta incomodísima, ya que es muy difícil de poder justificar. Tanto el Gobierno de Brasil, como el de México y el de Colombia han abierto un compás de espera pidiendo que esos resultados se reflejen en datos cotejables. Quien lo pidió primero, y me parece de la manera más correcta, fue Gabriel Boric, el presidente de Chile, que también profesa una ideología de izquierda o progresista, pero que en ese sentido no ha sido condescendiente con aceptar los resultados. Y la situación se ha puesto tan tensa que ya han aparecido muertos y heridos, todo tiende a enrarecerse cada vez más, y además con la particularidad que tiene cualquier Gobierno autoritario de que la población tiene para defenderse la lengua, y los resortes del ejercicio de la coacción están todos en poder del Estado. Entonces es una lucha muy desigual y muy disparo. 

- ¿Qué papel está jugando Estados Unidos? 

- Estados Unidos y la Unión Europea forman parte del grupo de países que exigen transparencia y datos que respalden cualquier resultado definitivo. Y, en ese sentido, está como equidistante entre aquellos países que han reconocido la victoria de Maduro y aquellos países que la niegan de plano, que es el lugar donde está parada Argentina. Y Estados Unidos tiene una actitud, en este caso, un poco más mesurada, pero que además viene avalada por lo que había gestionado anteriormente.

Estados Unidos dio señales muy claras, muy contundentes al régimen chavista convocándolo, invitándolo a atender el famoso puente de plata, es decir, buscar refugio en algún país aliado para hacer una entrega ordenada del poder. Sin embargo, esto aparentemente ha sido desoído por el Gobierno de Maduro y del Partido Socialista Único de Venezuela. Estados Unidos ha adoptado una actitud mucho más mesurada que en otras oportunidades en este caso. Porque además hay que tener claro que -y en esto los ata un destino común a Estados Unidos, México, Colombia y Brasil-, si esto se perpetúa y el Gobierno chavista queda en el poder, hay altísimas chances de un aumento de la diáspora venezolana. Y los países que van a tener que atajar esa diáspora son todos los que te acabo de mencionar. 

- Se pronunció la OEA a través de su presidente Luis Almagro, un hombre muy crítico con el régimen de Maduro. Habló de una manipulación aberrante en las elecciones y hay una convocatoria. ¿Desde afuera se puede hacer algo? 

- Si uno analiza lo que ha pasado en los últimos 15 años, la sensación es que obviamente la comunidad internacional puede presionar, puede imponer sanciones, pero lamentablemente lo único que se ha logrado con eso es una situación cada vez más endógena, un encerramiento sobre sí del mismo régimen y la búsqueda de aliados que no son de la mejor categoría en términos de institucionalidad y democracia. Porque los aliados de Venezuela son Cuba, Nicaragua, Irán, Rusia, China, entonces es prácticamente arrojar en brazos de esos países a un país vecino y querido como es Venezuela.

Daría la sensación de que tender puentes ha generado algún resultado, pero la realidad es que esos resultados generados por esos puentes han sido casi sistemáticamente traicionados por el gobierno de Maduro, no solamente en esta oportunidad, sino en muchas otras. Hay un ciclo que se repite, que es que se abre un manto de sospechas, de dudas respecto de las reglas de juego de la democracia en Venezuela, se tensa la situación en el plano interno con la o las oposiciones, se genera una situación de represión, aparece una negociación con actores internacionales, se distiende la situación, se inicia un proceso de negociaciones tendiente a una normalización de la situación, y cuando llega el momento de hacer elecciones, se rompe sistemáticamente con aquellos actores internacionales que legitimaban el proceso y se vuelve otra vez a foja cero. Esto se ha repetido en más de una oportunidad. 

- Si esto fue fraude, ¿podrá controlar Venezuela esto? ¿Maduro podrá gobernar con tan poca credibilidad social?

- Esto en la Ciencia Política funciona casi como si fuera una regla matemática, que es que a menores umbrales de legitimidad, mayores umbrales de represión. La única manera que va a tener Maduro de gobernar, si se queda en el poder, va a ser mediante un aumento, y yo creo que es cada vez más notorio y grosero lo de los niveles de represión. No creo que tenga ninguna otra alternativa. Y lo que sucede también en Venezuela es que, en general, es un sistema muy desorganizado. No es un sistema represivo organizado como sí hubo en Cuba. Entonces, en ese sentido, o se organizan para reprimir o en algún momento el sistema mismo le va a empezar a hacer agua, porque es imposible sostener un sistema de manera indefinida solamente a base de represión.