Soja negra: aparecen grietas en la conexión judicial con Chaco

El juez federal de Resistencia, Carlos Rubén Skidelsky, bajó la semana pasada la medida cautelar que le permitía a una empresa agropecuaria de Santa Fe, con planta de acopio en Acebal, seguir operando pese a que la Afip la había bajado hace un par de años del Registro de Operadores de Granos (ROT) por reiteradas irregularidades en el comercio de soja.

El fallo de fondo que hace caer la cautelar –que, en rigor, el mismo juez había avalado antes– llega tarde porque la empresa ya tuvo tiempo de avanzar en la comercialización de la soja de esta campaña. No obstante, en Afip hacen la lectura de que el cambio de postura del juez –que ahora está bajo presión política y judicial- expone grietas en el escudo protector que habían encontrado en la Justicia federal de Chaco agropecuarias de Santa Fe (básicamente acopios) sospechadas de mover granos en negro.
 

Si bien este caso es emblemático porque viene en larga batalla judicial (con denuncias judiciales cruzadas, ya que el acopio se queja de las numerosas interdicciones de camiones que le hizo la Afip en las rutas santafesinas pese a que tenía hasta la semana pasada vigente la cautelar), no es el único. En efecto, Skidelsky otorgó también cautelares, entre otros, a una distribuidora de insumos con planta en Frank, a un acopio de Lucio V. López, y una consignataria de granos con oficinas en Rosario.
 

¿Cómo es la maniobra? Entre 2010 y 2013 Afip excluyó del ROT a estas empresas por serias irregularidades. Básicamente, se trataba de firmas que declaraban tener una capacidad de acopio y movimiento de cereales mucho mayor a la  real (en el caso de Acebal la planta está directamente desactivada) con lo cual podían obtener cartas de porte de sobra para ingresar al circuito legal granos comercializados en negro. En otras palabras, se trata de las denominadas “carpetas” que intermediarios se van pasando para poder llevar blanqueadas soja ilegal a los puertos. 
 

El tema es que para poder seguir operando estas empresas cambiaban el domicilio fiscal a Resistencia (alquilando oficinas que no utilizaban) para poder gestionar rápidamente el recurso de amparo del juez federal, quien daba rápido la cautelar en favor de la empresa pero no decidía sobre el fondo demorando así la apelación que podía hacer Afip.
 

Fue así que se inició una suerte de guerra de guerrillas con la Afip interdictando camiones de estas empresas cuando transitaban rutas de Santa Fe con destino a los puertos y los abogados de las compañía blandiendo la medida cautelar para liberarlos. En uno de esos operativos, hace quince días Afip incluso logró el testimonio de camioneros que confesaban haber cargado los granos en lugares distintos de dónde figuraba la Carta de Porte que le había dado el polémico acopio de Acebal, otro indicio más de que es soja negra.
 

Pero ahora aparecieron grietas en el escudo chaqueño. La presión de Afip –con guiño político que llegó desde Transporte de la Nación y Jefatura de Gabinete- sobre el juez se hizo tan fuerte que Skidelsky falló sobre el fondo en contra del acopio de Acebal con argumentos en los que hasta él mismo se refuta las consideraciones que esgrimió al otorgar la cautelar y ratifica las acusaciones del organismo recaudador sobre serias irregularidades de la empresa. Y la presión es tan fuerte que una vez salido el fallo, el estudio jurídico de Chaco que defendía a varias de estas empresas santafesinas “con asilo” en Resistencia renunció a seguir patrocinándolas.