Fábrica pegó el estirón y fichó nueva planta con el doble de superficie

Algunas decisiones estratégicas no dejan margen para la duda y obligan a actuar de inmediato. Algo así ocurrió con los hermanos Martín y Diego Leguizamón, quienes hace 8 años se metieron en la industria metalúrgica y hace pocos meses lograron ampliar la superficie de producción acondicionando una planta que estaba prácticamente paralizada. En plena pandemia además duplicaron el plantel de personal.

Agro Fénix es el nombre de la empresa que fue fundada en 2011 y que tiene en el portfolio de productos a elementos tales como tolvas sileras y semilleras, acoplados, tanques, trailers y palas cargadoras, entre otros elementos. La necesidad de abandonar el ejido urbano de Armstrong y el propósito de sumar superficie para mejorar la producción en un año con fuerte disparada de las ventas fue lo que motivó a los dueños a alquilar una planta emblemática para la localidad.

“Lo que hicimos fue alquilar la planta en la que se fabricaban las sembradoras Brazo Fuerte, una marca que hoy está reducida a la mínima expresión. El plan fue el de adecuar la nave industrial ubicada sobre la Ruta 9 y así pasar de los 1.200 m2 que teníamos dentro de la localidad a los 2.200 m2 en las afueras, en un terreno pegado al área industrial”, repasó Marín Leguizamón, sobre el plan que pusieron en marcha con Agro Fénix y que se cristalizó antes del año nuevo.

La decisión se precipitó ante la lluvia de encargues de maquinaria. “El productor agropecuario se volcó a la renovación de sus fierros a partir de las dificultades para comprar dólares. Así es que en medio de la pandemia detectamos de pronto un fuerte ascenso en las ventas, hecho que nos obligó a buscar más personal por un lado y por el otro a cubrir la necesidad de mayor superficie fabril”, indicó el empresario metalmecánico en contacto con Punto biz.

La empresa es relativamente nueva en el mercado de las agromáquinas y surgió por el empuje de los Leguizamon que decidieron dar el salto del taller en el que otras firmas tercerizaban procesos a un proyecto industrial propio. Parte de lo que destaca a Agro Fénix de la competencia es el desarrollo de productos que no todos hacen. “Empezamos haciendo tolvas de hasta 20 toneladas y ahora pasamos a desarrollar un modelo de 35 toneladas, que atiende las necesidades de los productores de hoy que a su vez emplean equipos de siembra cada vez más voluminosos”, sumó.

“En el equipamiento y puesta a punto de la planta a la que nos mudamos invertimos unos $20 M y el objetivo es el de profundizar los desembolsos para hacer mejores productos. Eso sí, en un mercado activo como el nuestro hay imponderables severos, como la falta de respuesta de algunos proveedores que evidentemente se vieron sobrecargados de trabajo. Hasta calcos para los carros faltaban en octubre”, se quejó Leguizamón.