A Cambiemos le cuesta terminar de redondear las candidaturas

La figura del candidato a gobernador ya está y no hay lugar para la discusión. El intendente de Santa Fe José Corral encabezará la lista de Cambiemos en las primarias del 28 de abril, y no tendrá rival que intente hacerle sombra. El acuerdo se conoció por un tuit de quien estaba destinado a ser su rival Federico Angelini y sirvió para calmar las aguas a nivel provincia -algo que se venía reclamando desde la Casa Rosada -pero no permitió bajarle la persiana a las candidaturas en Rosario, porque el radical Jorge Boasso salió a pedir un lugar bajo el sol en la carrera por la Intendencia.

Quizás haya sido un problema de timing lo que terminó abriéndole un camino a Boasso. El concejal macrista Roy López Molina era número puesto para ir a pelear por el Palacio de los Leones luego del gran resultado obtenido en las elecciones de medio término de 2017. El problema fue que su estrategia para conseguir una sola fórmula en las candidaturas para la Casa Gris (descontando desde ya que corría sólo en Rosario) fue su “pase a la clandestinidad”. Desapareció de la escena pública y desde la oscuridad presionó para que se despeje la interna provincial, pero terminó pagando costos porque hubo quienes aprovecharon su silencio para cuestionar que se bajaba por miedo a una derrota, en el contexto de los desaciertos económicos que complicaron  al gobierno nacional.

Aún así la estrategia podría haber cerrado sin problermas si no hubiera mediado la derrota del exfutbolista Carlos Mac Allister en las elecciones internas por la candidatura para la gobernación de La Pampa, que quedó en manos de un rival del radicalismo. La primera lectura fue que es resultado estuvo relacionado con la pérdida de popularidad de Mauricio Macri -Mac Allister era su candidato- y envalentonó a la Unión Cívica Radical (UCR) en todos los distritos.

El razonamiento de Boasso y otros muchos radicales fue: “Si el candidato del Pro perdió en La Pampa porque no podría perder también en Rosario”. Las elecciones provinciales adelantan en la mayoría de las jurisdicciones a las nacionales. Si bien el macrismo aspira que algún resurgimiento de la economía traiga un poco de aire fresco para el mes de octubre y ello impacte en las presidenciales, hasta que esa hipotética situación ocurra al oficialismo le tocará jugar con la más fea.

En contra del exconcejal rosarino juega su condición de outsider dentro de Cambiemos e incluso en el radicalismo. Cabe recordar que en 2017 intentó enfrentar a Albor Cantard en las internas de Cambiemos por una candidatura para la diputación nacional, y terminó siendo corrido de las estructuras de la coalición electoral, viéndose obligado a presentar su candidatura por fuera. Claro está, por aquel entonces Macri estaba en su apogeo y las estructuras electorales que se armaron fueron manejadas con mayor verticalidad. En Cambiemos le tienen reservada una candidatura para la Senaduría provincial, pero todo indica que con eso no lo convencieron.