Convulsionada la Bolsa, Padoán pidió licencia en la presidencia

Tras ser procesado este martes en la causa de los cuadernos de las coimas, el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Alberto Padoán, decidió tomarse licencia por seis meses de la conducción de la entidad bursátil. Así se lo comunicó esta misma tarde a los miembros de la mesa directiva, que se la aceptaron, pese a que hay ejecutivos de su entorno que preferían que no la presente o no se la acepten. La presidencia de la Bolsa queda, entonces, a cargo del vicepresidente primero, Raúl Meroi, quien -en rigor- en los últimas semanas venía presidiendo las actividades públicas de la entidad.

Con esa medida, Padoán busca descomprimir la situación interna en la Bolsa. En rigor, el caso empezó a impactar negativamente en la imagen pública de la entidad desde que trascendió públicamente que la lupa judicial empezó a sobrevolar la figura de su presidente, y no en vano en el ámbito de la política y de la dirigencia empresaria regional quienes pudieron evitaron las fotos con Padoán. Y el procesamiento también complica la estatura con la que la entidad puede plantarse en negociaciones y reclamos  ante poderes públicos y otros sectores empresarios en la amplia agenda que toca. 

No obstante, hasta su procesamiento Padoán logró mantener el consenso interno de socios y entidades adheridas con el mismo argumento que presentó en la Justicia en el que asegura no estaba involucrado en las denuncias. Incluso, cuando se conoció que fue citado a declaración indagatoria por el juez Bonadío también mantuvo el fuerte y total respaldo de la comisión directiva, sobre todo de su mesa chica ya que ningún ejecutivo sacó los pies del plato y respaldó la permanencia de Padoán haciendo suyos los argumentos de la defensa del referente aceitero.

El tema es que el procesamiento de Padoán se conoce a dos días de realizarse la asamblea ordinaria de renovación de autoridades, en la que la conducción de la entidad había dispuesto renovar los cargos que se vencían (no el de presidente, ya que todavía tiene un año más de gestión) y se esperaba un trámite sólo para el registro.  Pero con el estallido del caso, el escenario empezó a cambiar y la asamblea de socios podía tomar un rumbo imprevisto. En rigor, el estatuto no se dice nada en el sentido de que el presidente de la Bolsa puede continuar pese a estar procesado, pero socios preocupados por el impacto en la Bolsa del procesamiento de Padoán estuvieron repasando el artículo 18 que sostiene que "el Consejo Directivo, en aquellas circunstancias en que pueden verse afectados la institución, sus asociados o terceros, está facultado para suspender a un asociado con carácter preventivo por tiempo indeterminado".

Habrá que ver si licencia del presidente sirve para reducir el impacto que se sintió hoy en la Bolsa y para poder pasar sin sobresaltos la asamblea del jueves. Pero, de no haber cambios en su situación procesal durante el año que viene (por ejemplo siendo absuelto), Padoán perdió poder de fuego para decidir en soledad con su mesa chica quién lo sucederá en diciembre de 2019. Por el contario, la conducción tendrá la necesidad ahora de tejer consensos con sectores internos de la vida institucional que vinieron ganando fuerza institucional por la calidad de gestión y logros. En tanto, un año también da tiempo para ver si los socios que no se sintieron parte de la gestión y hoy están casi afuera de la vida institucional se deciden a armar una propuesta alternativa.