Qué puede pasar con el rearmado del Frente Progresista después de las Paso

Pasadas las elecciones primarias, los resultados dejaron tela para cortar. El politólogo Hugo Quiroga analiza en el programa Base de Datos (FM 107.1 de 8 a 10) qué puede pasar con el Frente Progresista después del pobre resultado conseguido el domingo.

Las elecciones de medio término generalmente no se polarizan tanto. ¿ha cambiado la sustancia de las elecciones de medio término?

Esta es una elección medio término muy particular porque aquí lo que estaba en juego era la fortaleza y la continuidad de Cambiemos para implementar un rumbo definido y llevar adelante políticas públicas satisfactorias. Estas elecciones de medio término se han transformado en una especie de encuesta nacional acerca de las posibilidades de desarrollo de las políticas gubernamentales en el orden nacional. Entonces, se reconfiguran en ese sentido, y pasan a ser un aval a todo el gobierno nacional. Por eso muchas de las variables se han modificado. Cae el dólar rápidamente, se mejoran las acciones y es probable que el mercado esté viendo con mejores ojos el triunfo político de Macri.

En este contexto, a nivel local sufrió un duro revés el socialismo en la ciudad y la provincia. ¿Cómo lo leés de acá a octubre y qué puede hacer el frente progresista en esta polarización?

Creo que está en una situación difícil el frente progresista, porque es la fuerza que ha descendido. Las encuestas venían pronosticando ese descenso, que fue confirmado, sobre todo en Rosario, donde el socialismo tiene su núcleo. Entonces está en una encrucijada, cómo hace el socialismo para romper esa polarización, si puede atraer al peronismo no kirchnerista, si convoca a fuerzas que van más allá del peronismo... pero lo que parece evidente es que va a haber una polarización en la provincia, entre Cambiemos y Unidad Ciudadana.

¿Cuánto hay de polarización y cuánto hay de un ciclo que muestra desgaste y agotamiento?

Es difícil medir eso, pero hay una combinación de los dos factores. Por un lado, hay un desgaste en el socialismo de más de 20 años gobernando, y una necesidad en la sociedad de que haya rotación en el poder, que haya alternancia, que se renueven las figuras políticas, las candidaturas. El desgaste existe. Al mismo tiempo, el escenario excede al frente progresista y aparece una nueva fuerza política que ya tuvo un papel importante en las elecciones anteriores, incluso a gobernador, que se ha extendido en la ciudad. A la vez que Cambiemos ha crecido, reaparece la figura de Rossi, que le ha ido mal en elecciones anteriores. Y el sector de Rodenas dice que va a acordar con Rossi.

¿Lo ves a Rossi haciendo kirchnerismo clásico o apostando a una recomposición del peronismo, aprovechando la oportunidad histórica del desgaste del socialismo?

Ese es el desafío de Rossi. Si sigue con una línea kirchnerista dura, beneficia a Cambiemos, porque desplaza a sectores peronistas no kirchneristas y sectores que no votarían una línea muy dura. Si Rossi se propone ampliar su aceptación, ir más allá de su núcleo duro y volver a atraer al peronismo que se fue, que en la provincia nunca fue muy kirchnerista, es una tarea difícil, es una estrategia que tendrá que definir él.