Vicentin tiene una semana para pagar sueldos y evitar la quiebra

La cerealera concursada Vicentin enfrenta una situación financiera crítica y tiene solo una semana para reunir los fondos necesarios para pagar los sueldos correspondientes al mes de marzo. Con sus plantas paralizadas desde hace más de una semana debido a la falta de granos para industrializar, la empresa se encuentra en un punto de quiebre. El mes pasado, Vicentin ya tuvo que abonar los salarios en tres partes y ahora espera una solución "milagrosa" para poder regularizar sus finanzas.

Actualmente, la única fuente de ingresos de Vicentin proviene de los contratos de fasón, un sistema mediante el cual recibe los granos de otras compañías para procesarlos y cobra un porcentaje por su trabajo. Sin embargo, para poder hacer frente a los gastos operativos de la empresa, como el pago de sueldos y servicios, necesita procesar aproximadamente 400.000 toneladas de granos al mes en sus dos plantas. Antes de entrar en concurso, Vicentin era responsable del 10% de la capacidad total de procesamiento de granos en Rosario y Timbúes, dos de los principales centros industriales de Argentina.

El prolongado proceso de concurso, la incertidumbre sobre su resolución y la dificultad de la empresa para cerrar contratos propios generaron serias complicaciones para el ingreso de materia prima a sus instalaciones. A esto se le suma una deuda de más de $300 M con la Cooperativa de Servicios Públicos de Avellaneda por el consumo eléctrico del parque industrial de la empresa.

Por si fuera poco, el costo asociado al concurso de Vicentin ya ronda los u$s70 M. Fuentes cercanas a la compañía advirtieron que, de no conseguir los granos necesarios en los próximos días, la situación será insostenible: "Si no tenemos la cantidad de granos suficiente para que funcione la empresa y podamos pagar los sueldos, el panorama se vuelve muy difícil. Esta situación no puede extenderse más de una semana, ya que los sueldos de marzo deben pagarse antes del décimo día hábil de abril", señalaron.

Para empeorar la situación, la semana pasada la Justicia santafesina ordenó la detención de cuatro directivos de Vicentin, quienes están siendo investigados por administración fraudulenta, defraudación y asociación ilícita. Omar Scarel, Alberto Macua, Roberto Gazze y Daniel Buyatti, directivos entre 2019 y 2024, pasarán al menos 120 días detenidos. Esta decisión judicial afectó aún más las operaciones de la empresa, especialmente en cuanto a la búsqueda de nuevos contratos de fasón. "La detención de algunos de los directores que todavía formaban parte de la dinámica de la empresa afectó varias de las actividades que estábamos llevando a cabo. Esta situación no agrega certeza alguna", afirmó una fuente con conocimiento sobre el caso.

En este complicado panorama, Vicentin espera encontrar una salida a través de sus inversores estratégicos, Bunge-Viterra y ACA, quienes podrían quedarse con el 95% de la compañía, según lo establecido en la propuesta concursal aprobada por la mayoría de los acreedores. "La situación es preocupante. No somos optimistas. Lo único que queda como alternativa es que los inversores estratégicos apuesten por la aprobación del concurso en la Corte Suprema de la Nación y destinen algunos granos a Vicentin. Sin embargo, no vemos la posibilidad de confirmar los contratos de fasón hasta que se resuelva la situación concursal de la empresa", afirmaron desde la compañía.

Estanislao Bougain, director independiente de Vicentin, aseguró que ha intentado contactar con las grandes empresas del sector, como Bunge-Viterra, ACA, Molinos Agro y el Grupo Grassi, con el objetivo de concretar contratos de fasón. Sin embargo, la falta de compromiso por parte de estas compañías hace que la situación sea cada vez más difícil: "No estamos logrando que nos den granos. En esta circunstancia, se nos hace tremendamente difícil asegurar la continuidad de la empresa", destacó el empresario.

Una de las posibles salidas para la compañía es que su concurso, actualmente bajo la órbita de la Justicia santafesina, sea elevado a la Corte Suprema de la Nación. Si se logra la homologación del acuerdo, Vicentin contaría con el apoyo de sus inversores estratégicos, quienes recientemente prorrogaban su propuesta, que ya ha recibido la aprobación de un 70% de los acreedores. Esta propuesta incluye el levantamiento del concurso y, en un paso posterior, una inyección de 300 millones de dólares en capital de trabajo, lo que podría ser clave para que la cerealera logre superar su crisis.