Una nueva oleada de bazares sale a copar grandes vidrieras

El negocio de los bazares tuvo alzas y bajas en los últimos años pero, como pudo, logró esquivar crisis económicas y salir a flote. Hoy, pese a un contexto de incertidumbre, dólar alto e inflación por las nubes; los bazares están en expansión. A contramano de otros sectores que se repliegan, en época de bolsillos flacos, los bazares y polirrubros multiplican puntos de venta en el centro y los barrios de la ciudad. Empresarios chinos tienen los locales de mayor superficie; un grupo abrió el viernes pasado sobre peatonal Córdoba y otro hará lo propio en días más en Avenida Pellegrini. Pero también dan pelea en el sector las cadenas nacionales. 

Parientes lejanos de los viejos “Todo por $2”, los bazares o regalerías ofrecen artículos, en su mayoría importados, de la más amplia variedad, en cantidad y a precio de ganga dependiendo de la zona donde esté emplazado el comercio. Prácticamente no distinguen de rubros, y en este tipo de espacios se puede encontrar desde indumentaria, vajilla, blanco, moda, electrónica, juguetería hasta pequeños rodados y bijouterie. 

A diferencia de otras oleadas de aperturas del sector, esta vez las nuevas radicaciones apuntan casi por igual a la periferia como al centro y otras zonas calientes para el comercio. Así por ejemplo, un gran bazar de origen asiático abrió la semana pasada un local de grandes dimensiones en el corazón de peatonal Córdoba, donde durante décadas funcionó la tienda para caballeros Al Elegante. El polirrubro DD-2, que ya tiene presencia con sucursales en Buenos Aires, puso a nuevo el histórico local y salió a la cancha. Sorprendió por su gran stock de mercadería y, al menos durante los primeros días, hubo filas de gente al ingreso como hacía rato no pasaba en la golpeada peatonal Córdoba.

En Avenida Pellegrini, el paseo gastronómico más tradicional de Rosario, se abre paso en terreno de pizzerías, fast foods de hamburguesas y cervecerías otro mega bazar chino. Ocupará el local que dejó hace varios años Las Tinajas -un tenedor libre que supo ser los más concurridos de la Avenida-, y promete ser el más grande y surtido de la ciudad. Será toda una rareza dentro de una arteria en la que la predomina la oferta gastronómica. 

A nivel local, comerciantes rosarinos miran de reojo la avanzada y hasta advierten de competencia desleal. “Obviamente la llegada de estos bazares chinos está haciendo la competencia más complicada y nos hace replantear a varios el modelo de negocio. Por distintos motivos, hay algunos colegas, que marcan que la competencia es en algún punto desventajosa y roza lo desleal”, planteó Miguel Rucco, al frente de la Asociación de Comerciantes de calle San Luis. Es que, claro, al igual que en el supermercadismo, es común que grupos asiáticos se organicen en conjunto para obtener precios más ventajosos en relación al resto. También pesa el hecho que en algunos casos son importadores directos de mercadería.

La calle de los bazares

Siguen firmes y con planes de ampliación cadenas nacionales como Zoom, con despliegue en el interior del país y propuestas de menor escala como Paraíso, Simply, Mazz Bazar, Maskeloko y Arribo. Todos marcas que plantaron  bandera sobre peatonal San Martín, donde a falta de las grandes tiendas que supo albergar en el pasado, hoy reinan comercios de un rubro a prueba de crisis.