Suman dos décadas fertilizando jardines y ahora van por una nueva nave

Con una demanda eminentemente estacional que se activa sobre todo en la primavera y el verano, la familia al frente de Novo Fértil prepara el terreno para sumar m2 en el complejo de recuperación de desechos industriales que tienen en Villa Gobernador Gálvez muy cerca de la base del frigorífico Paladini. Líderes en el mercado regional de compost para viveros y quintas, los titulares de la empresa aseguran que no tienen techo a la hora de acceder a la materia prima, un sustrato fundamental que les permite seguir pensando a lo grande.

Nacida hace 20 años, la base del negocio de Novo Fértil es procesar los desechos orgánicos que dejan industrias como la del papel y la faena de animales y luego de un trabajo de depuración, crear el fertilizante en forma de compost embolsado. “Experimentamos una realidad. Sobre las cuatro hectáreas del predio donde tenemos la piletas de tratamiento y la nave de producción estábamos necesitando más espacio cubiertos”, confió Luciano Di Doménico, abogado y emprendedor, en contacto con Punto biz.

“Es así como venimos de adquirir la nueva nave que tiene que empezar a construirse ahora en el verano al lado de oro galpon con le que ya contamos. El plan es sumar espacio para depósito de mercadería terminada debido a que hoy casi estamos trabajando sin capacidad de stockeo a partir de la fuerte demanda que siempre crece en la temporada estival”, expresó.

La fórmula es la de generar sitio de almacenamiento en un plan que intenta que la planta mantenga en forma constante el ritmo de producción independientemente la época del año. “Venimos de adquirir maquinaria automatizada para el procesamiento y el envasado del compost y ahora lo que falta es más superficie cubierta. Estaremos anexando 1.000 m2”, anticipó el empresario.

La historia de Novo Fértil tiene su nacimiento como emprendimiento familiar aunque ahora adoptó una escala que en los orígenes hace 20 años nadie se imaginaba. “Gestamos un sistema con el que trabajamos con grandes generadores de desecho como Swift o Paladini para recepcionar solo parte de los residuos orgánicos que por caso se genera en los corrales de los animales. Pero la capacidad de recepción es limitada y las empresas en cuestión generan un flujo muy alto. De ahí que decimos que operamos en un mercado con una capacidad enorme si uno piensa que volumen de desechos hay de sobra”, reconoció.