Sólo uno de cada 11 productores pudieron renovar equipos en 2022

Durante 2022 se vendieron 21.703 equipos nuevos -mayormente construidos en nuestro país- entre cosechadoras (1.040), tractores (8.761), sembradoras (2.426), pulverizadoras (1.334), implementos de acarreo y almacenaje de granos (3.815) y otros implementos (4.324). Estos datos fueron proporcionados por el Indec y dan cuenta de que el nivel de ventas fue apenas un 1% menor al año 2021. 

Pero el efecto de la sequía se empezó a notar en los últimos días del 2022. De acuerdo al informe presentado por la Fundación Apertura, si comparamos el primer trimestre del 2023 con el cuarto trimestre del 2022, la caída es de casi un 27%. Si comparamos el primer trimestre del 2023 con el primer trimestre del 2022, cayó la venta un 18%.

Al comparar estos números con los equipos nuevos vendidos en el año 2022, se observa que lamentablemente solo una de cada 11 explotaciones agropecuarias pudo comprar un equipo nuevo. Así, el parque de maquinaria agrícola está alcanzando 17 años de antigüedad promedio, y este atraso no alcanza a ser corregido por estos 21.703 equipos nuevos incorporados en el 2022.

Esta incapacidad de compra de más del 90% de los productores, coinciden con estimaciones parciales que afirman que casi el 70% de las explotaciones agropecuarias no tuvieron rentabilidad en esta campaña, fruto de la tenaza de tipo de cambio retrasado, cupos, derechos de exportación (retenciones) y de la pérdida de rendimiento por la sequía que lleva casi 3 años.

Los precios de las maquinarias agrícolas nuevas siguen sufriendo un sostenido aumento en dólares oficiales. Así entre el 2020 y 2022 se puede ver que los precios en dólares se incrementaron en más de un 50%.

Las causas 

"¿Por qué pasa esto? ¿Son nuestros industriales voraces rentistas?", se preguntaron desde la Fundación Apertura. No, nuestros industriales y toda la sociedad argentina sufrimos el impacto del retraso en el tipo de cambio oficial.

Cada mes, la inflación crece a una tasa mayor a la de evaluación del cambio oficial y de persistir pondrá a todo el tejido productivo de nuestro país de rodillas y, sobre todo, al sufrido sector de la maquinaria agrícola que tiene más de 150 años de historia y está a la vanguardia mundial.

Todas estas distorsiones macroeconómicas e institucionales son fruto de muchos años de repetir errores. Es necesario acordar que este modelo está agotado, aprender de nuestros vecinos Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia, que dejaron de lado las retenciones, los cupos y los controles de cambio y lograron estabilidad macroeconómica, crecimiento de las exportaciones, aumento del empleo, caída muy fuerte de la pobreza y un baja notable de la inflación.

Copiando a nuestros vecinos, podríamos duplicar la demanda de nuevos equipos, con el derrame de trabajo e inversión productiva en nuestro interior. El sector de la maquinaria agrícola hoy tiene alrededor de 25.000 empleados y podría pasar a 50.000 empleos muy rápido.