Sale cervecería y entra bodegón a metros de Pichincha

Muchas son las propuestas gastronómicas que proliferaron este último tiempo, algunas de impronta gourmet y otras que apuestan por sabores más tradicionales y platos suculentos como los hechos en casa. Un poco de todo eso fue el motor de Llama Negra, el “bodegón urbano” que plantó bandera por Moreno y Tucumán donde antes supo funcionar una clásica cervecería. “Es una esquina muy linda en Rosario y nosotros la transformamos en un lugar para todo público, con comida simple pero rica y abundante”, contaron sus dueños a Punto biz. 

Llama Negra cortó cintas a mediados de junio y el nombre y el concepto de este bodegón se entremezclan con su historia particular y el amor que tienen por el norte argentino. “Acá vas a encontrar los platos que comés en la casa de tu abuela, pero con un toque gourmet y adaptados a la modernidad de la ciudad. De ahí que somos un ‘bodegón urbano’. Además, a nosotros nos encanta el norte y en la comida y los colores eso está muy bien reflejado’”, refirió Laura Correa, quien gerencia el negocio junto a su pareja Guillermo. Intentan replicar todo lo que les gusta en materia de cocina y ambientación. 

La carta tiene fuerte asiento en las empanadas y el vino, pero hay un abanico más amplio que va desde carnes rojas y pescados hasta pastas, risottos y ensaladas. Y la idea a futuro es incorporar algo de música para amenizar el espacio, por ejemplo con guitarreadas o alguna banda en vivo. Pero sin que le quepa el mote de restaurante temático o cultural. “A veces pasa que la vorágine de la diaria te aleja un poquito de lo que proyectaste originalmente y no se puede plasmar todo”, sostuvieron. 

En cuanto a la ambientación, Llama Negra tiene mucho de los típicos bodegones de Buenos Aires e involucra una paleta de colores que es bien característica de nuestro norte: camel, rojos, verdes y amarillos. Y se completa con tapices colgando de las paredes. “El bodegón no está decorado de forma lujosa, pero sí acogedora y tiene su encanto”, confiaron. Arrancó funcionando en horario nocturno, pero ahora camina desde las 8 para cubrir turnos clave como el desayuno y el almuerzo. “Vamos a cortar solo de 15 a 19 para acomodarnos un poco”, habían adelantado. Abre de lunes a domingos y también hay lugar para algunos tragos como gin y aperol.