Rosario y el riesgo de quedar con la ñata contra el vidrio en un negocio jugoso

La pandemia es un recuerdo lejano, pero algunas actividades todavía están levantando esquirlas. El turismo de reuniones –o MICE, a nivel internacional– es uno de ellos: en la Argentina, por ejemplo, hubo cero exposiciones, congresos y viajes de incentivo durante casi dos años.

Rosario, que tenía su quintita bien abonada dentro de esta industria, tuvo que remar –y mucho– para recuperar el terreno perdido como sede de eventos. De hecho, en 2022 la ciudad quedó afuera del top five del ranking nacional de destinos sede que elabora todos los años el Observatorio Económico de Turismo de Reuniones (Oetra), detrás de ciudades como Mendoza, Mar del Plata y Tucumán.

Una posibilidad es que el golpe haya sido más fuerte en la ciudad de la bandera porque la pandemia terminó de agravar dos aspectos que ya eran una debilidad de la ciudad. Por un lado, fue un mazazo para la conectividad aérea, un aspecto básico en cualquier manual de turismo de reuniones. El Aeropuerto Islas Malvinas no arranca en cantidad de rutas y eso le juega en contra a Rosario para postularse como sede eventos internacionales, en tanto que los participantes de otros países obligatoriamente tienen que bajarse en Buenos Aires y traer su valija a Rosario.

Otro aspecto que recrudeció a niveles inéditos es el crimen organizado y la mala prensa a nivel global. Lejísimos quedó la Rosario culturizada y de cara al río que pintó al mundo el Congreso Internacional de la Lengua en 2004. De todas formas, los empresarios y los funcionarios del área turística local se arremangaron y volvieron al ruedo. Recién en 2023 el balance de la actividad en Rosario volvió a dar valores similares a los de 2019. El año pasado se realizaron en la ciudad 229 reuniones en total, entre exposiciones, congresos, convenciones, viajes de incentivo y eventos deportivos. Comparado con 2022, la cantidad de reuniones que albergó Rosario creció en un 90,8%.

La reactivación vino, principalmente, de la mano de los congresos y convenciones: hubo 183, el doble que en 2022. Los eventos deportivos fueron 14, y la ciudad recibió 7 viajes de incentivo; además de 5 eventos internacionales categorizados como tal por ICCA, la Asociación internacional que establece los parámetros de esta industria a escala global.

La estocada

Cuando todo parecía volver a sus carriles normales, llegó la noticia de que el Congreso de Aapresid se muda por primera vez a Buenos Aires y fue un baldazo de agua fría entre los empresarios hoteleros, gastronómicos y del segmento de eventos de Rosario.
No es para menos: la de Aapresid es la cumbre más importante de Sudamérica en agricultura sustentable y una referencia a nivel mundial, lo cual se traduce también en un negocio redondo para la ciudad que la recibe. Para Rosario, puntualmente, era el evento del año; y una cita fija en el calendario local: con alguna excepción por pandemia, se organizaba en la ciudad desde hace 22 años.

En 2023, el congreso convocó a más de 5.000 personas y a más de 100 empresas en el Salón Metropolitano. Si se aplica la regla de oro que figura en la biblia del turismo de reuniones (se calcula que un asistente a un evento profesional gasta en la ciudad sede el triple de dinero que un turista de ocio), los hoteles, restaurantes y comercios de Rosario vieron diluirse una oportunidad jugosa con el traslado de la cumbre a La Rural de Palermo.

“Como entidad nos sentimos identificados con Rosario. Tenemos una excelente experiencia con los hoteles, la gastronomía, y la infraestructura para eventos de la ciudad. Seguramente volveremos a hacerlo allí pronto. La idea es rotar sedes”, enfatizó Marcelo Torres, presidente de Aapresid.

Según comentó, la decisión de armar valijas tuvo que ver con emprender un evento mucho más grande que los anteriores, y con un perfil internacional más marcado. “Si para el congreso pasado precisamos 10.000 m2, en este vamos a necesitar 20.000 m2. En 2023 nos acompañaron 104 empresas expositoras y este año vamos a necesitar tener entre 140 y 150 expositores”, señaló.

“Nuestro evento se hizo muchos años en la Bolsa de Comercio de Rosario y después nos mudamos al Metropolitano. Siempre salió todo perfecto, no tenemos ninguna queja, pero ya nos estaba quedando chico. Quienes vinieron a las últimas ediciones vieron que teníamos una parte del estacionamiento ocupado con sembradoras y máquinas”, recordó.

La Rural permitirá sumar expositores -según indicó Torres- y subir el perfil internacional de la cumbre: “Estamos convencidos de que entidades como la nuestra tienen que posicionarse a nivel global. Ya no basta con ser referencia regional, tenemos que ser un estandarte mundial en agricultura sustentable. Y para acentuar ese aspecto del evento es clave contar con la conexión a través de vuelos a destinos internacionales. En ese sentido, la conectividad de Buenos Aires es muy buena”, dijo Torres.

¿Sirve hacer un megapredio en Rosario?

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