Qué tener en cuenta a la hora de comprar un monitor

Un monitor de PC es un componente clave de cualquier computadora. Es el dispositivo de visualización, por lo que es importante saber elegir el adecuado. Sin embargo, los monitores de PC tienen una gran variedad de tamaños, tipos de paneles, características técnicas, interfaces de conexión, y formas, lo que dificulta mucho la elección.

El monitor de PC adecuado depende de las necesidades y preferencias personales. Debe tener un tamaño y una forma que se adapten a tu espacio de trabajo y unas características que satisfagan tus necesidades, como el ajuste del brillo y la configuración de la pantalla. Por ejemplo, si se quiere poder utilizar su monitor de PC de pie o sentado a diferentes alturas, hay que asegurarse de que tiene opciones de montaje flexibles.

- ¿Cuánto dinero puedo invertir? Es la primera pregunta para hacerse, ya que gracias a ella se podrán filtrar multitud de modelos que no se adaptan al presupuesto. Esto te dejará frente a los que sí que te puedes permitir, y podrás centrarte en ellos verificando los siguientes puntos para ver cuál es el que más te conviene según tus preferencias.

- ¿Para qué lo necesito? Es necesario contestar primero a esta pregunta para determinar las características que debería tener tu monitor. Por ejemplo, no busca lo mismo un ingeniero que trabajará con programas CAD que un gamer. Por tanto, al igual que el primer punto, esto debería ser otro gran filtro de modelos para centrarte en algunos de ellos y en los siguientes puntos.

- Resolución: cuanto más alta mejor se verá la imagen, especialmente si la pantalla es de gran tamaño. Lo mínimo debería ser una FullHD o de ahí para arriba, como una 4K, etc. Pero no menos de FullHD.

- Tamaño: el tamaño también importa, ya que de él dependerá el espacio de trabajo del que dispongas y también la densidad de píxeles en función de la resolución elegida. Es decir, los píxeles se repartirán por la pantalla en una cantidad justa de píxeles por pulgada (ppi), mientras mayor sea la concentración de píxeles por unidad de superficie, mayor será la calidad de imagen, especialmente cuando la miras de cerca.

- Frecuencia de refresco: también es un factor que hay que buscar cuanto más grande mejor.  Se trata de las veces que el monitor es capaz de actualizar los fotogramas por segundo. Se mide en hercios (Hz) y si una pantalla tiene 144 Hz, estamos hablando de que puede actualizarse hasta 144 veces en cada segundo, lo que evitará imágenes poco nítidas, especialmente cuando se trata de movimientos rápidos de las escenas que se están reproduciendo. Tené en cuenta que la tarjeta gráfica debe estar a la altura, como he mencionado. Por ejemplo, si compras un monitor de 90 Hz 4K, deberías asegurarte de que la GPU puede ofrecer 4K a 90 FPS, de lo contrario, habría un desajuste entre GPU-monitor que se traduciría en ciertos problemas visuales. Para evitar estos problemas se han desarrollado tecnologías como G-Sync de NVIDIA y FreeSync de AMD, haciendo que no importe si monitor y GPU están descompasados, ya que sincroniza a ambos para evitar esos inconvenientes. Por tanto, sería recomendable comprar un monitor que sea compatible con estas tecnologías de sincronización.

- Tiempo de respuesta: no hay que confundirlo con lo anterior, en este caso es el tiempo que tarda un pixel en conmutar de un color a otro, es decir, el tiempo que tarda en cambiar de color. En este caso, mientras más bajo sea mejor, ya que tardará menos tiempo en pasar de un color a otro y eso es lo que se busca. Por lo general, lo ideal es que tengan 5ms o menos, especialmente si vas a usarlo para gaming sería conveniente velocidades de 2ms o menos.