Puan, la nueva peli llega al Cairo y con la presencia de los directores

La película premiada, Puan, dirigida por María Alché y Benjamin Naishtat, se estrenó esta semana en Rosario. Este sábado 21/10, a las 18 hr, además de la función habrá una charla con sus directores y guionistas, más dos de los productores del film, Bárbara Francisco Mendivil, Federico Eibuszyc y Melina Mailhou, directora de la carrera de filosofía de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

El film se exhibirá el jueves 19 a las 20.30; el viernes 20 a las 22.30; el sábado 21 a las 18 y 22.30; el viernes 27 y sábado 28, a las 18. La entrada general tiene un valor de $400 (con descuento, a $300, para jubilados y estudiantes).

La película, de 111 minutos de duración, fue escrita y dirigida por María Alché y Benjamín Naishtat; y cuenta como productores a Bárbara Francisco Mendivil, Bárbara Sarasola-Day y Federico Eibuszyc; y como co-productores a Axel Kuschevatzky, Christoph Friedel, Giovanni Pompili, Tatiana Leite, Thomas Verhaeghe, Mathieu Verhaeghe, Claudia Steffen, Emmanuel Chaumet y Cindy Teperman.

El elenco está compuesto por Marcelo Subiotto, Leonardo Sbaraglia, Julieta Zylberberg, Alejandra Flechner, Cristina Banegas, Andrea Frigerio, Gaspar Offenhenden, Héctor Bidonde, Damián Dreizik y Camila Peralta, entre otros.

La película cuenta la historia de Marcelo (Marcelo Subiotto), docente que ha dedicado su vida a la enseñanza de filosofía en la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien ante la muerte inesperada de su mentor, asume que heredará la posición de titular de la cátedra. Lo que no imagina es que Rafael (Leonardo Sbaraglia), un carismático y seductor colega, regresará de su pedestal en Europa para competir por el puesto vacante. Los torpes esfuerzos de Marcelo por demostrar que es el mejor candidato desencadenarán en un divertido duelo, mientras su vida y su mundo entran en un espiral de caos.

“Quisimos mostrar el universo de los docentes universitarios y de la Facultad de Filosofía y Letras, a la que todo el mundo llama Puan. Puan es más que un lugar. Es una marea de estudiantes de todas las edades y procedencias sociales, un ejército de profesores que a duras penas sobreviven y sin embargo pasan horas en profundas disquisiciones metafísicas. Un edificio montado sobre una antigua fábrica de cigarrillos que alberga la facultad más irreverente y extravagante de la Universidad de Buenos Aires, que es la más masiva de toda América Latina”, sostuvo María Alché.

Para la coguionista y codirectora, “es una película que puede suscitar la risa y también la emoción. El encuentro con cada público es diferente y eso es lo interesante”. “Lo cómico emerge en Puan de manera natural, desde el contrapunto entre lo solemne y lo mundano. Escribimos y filmamos en busca de la risa, pero de forma muy seria, imaginando esta película como una experiencia compleja y dinámica, donde la audiencia sea sometida a una hilaridad cuasi-chaplinesca y a la vez pueda preguntarse por el sentido de su existencia, por su identidad, por el futuro”, agregó.

“En Puan, todos los personajes enfrentan un mundo sin certezas, donde nada es lo que era, y en el que Marcelo es invitado a volver a la acción, a abandonar las viejas estructuras, y lanzarse al vacío”, remarcó Alché. Sobre la trama, que gira en turno a una cátedra de filosofía, la directora señaló que “la película inicia con la muerte de un maestro, y deja una pregunta flotando en el relato, cómo aquello intangible que deja alguien va a vivir en los que quedan. Nos parecía interesante que esa pregunta se la haga un protagonista que tiene herramientas para responderse eso, desde la filosofía. Al mismo tiempo, la película se juega en los distintos contextos que atraviesa nuestro protagonista para poder sobrevivir económicamente. Nuestra construcción fue desde el personaje, y quizás hay algunas personas de que se puedan ver también reflejadas allí”.

Sobre la repercusión que tiene el film ante cada proyección, dijo que todos los involucrados en la película están muy felices por la recepción que está teniendo. “Por las devoluciones emotivas, por lo que despierta en el público, el boca en boca, y cómo muchas personas se apropian de la película, celebrando la educación pública y el cine argentino”, comentó.