Polo del Plástico: "Necesitamos un marco legal para seguir creciendo"

El proyecto para crear un parque industrial y logístico en Batlle y Ordóñez al 5200, en la zona oeste de Rosario, comenzó hace casi diez años, cuando un grupo de empresarios locales decidió trasladar sus fábricas desde zonas urbanas hacia la periferia de la ciudad. 

“Fue un trámite larguísimo. Arrancamos en 2015 con la idea de generar un espacio común para empresas que necesitábamos relocalizarnos. Después de algunas dilaciones y procesos que se fueron atrasando, la iniciativa tomó nuevo impulso”, explicó a Punto biz Cristian Gerbasi.  

El predio, de unas 6 a 7 hectáreas (alrededor de 80.000 m²), está ubicado en un punto estratégico, con acceso directo por Batlle y Ordóñez y servicios clave: energía de media tensión y gas natural en la puerta. Allí ya funcionan cuatro empresas vinculadas al plástico, la logística y la industria química no contaminante, que actualmente emplean a unas 100 personas.

El expediente —iniciado en 2015 por Cordero y reimpulsado en 2023— llegó finalmente al Concejo Municipal con el aval del intendente Pablo Javkin. A través del Mensaje 80/25, el Ejecutivo remitió un Convenio Urbanístico Productivo para recalificar los terrenos y permitir la urbanización de carácter industrial y logístico, regularizando las actividades ya existentes. 

El tema está siendo tratado en la comisión de Planeamiento del Concejo, pero mereció reservas de parte del concejal Agapito Blanco, que integra la bancada unipersonal de Juntos por el Cambio. “Las multas y paralizaciones no son lo suficientemente elevadas como para desalentar estas prácticas”, cuestionó Blanco, de Juntos por el Cambio a diferencia del oficialismo que impulsa la aprobación del emprendimiento.

Según el convenio que suscribieron los empresarios con la Intedencia, los propietarios deberán realizar obras de infraestructura —pavimentación de Batlle y Ordóñez hasta Bv. Avellaneda, alumbrado, desagües y red de agua— y abonar una contribución por mayor aprovechamiento urbanístico de más de $250 millones.

“Lo importante es que esto no es un proyecto especulativo. Somos empresarios que invertimos en un barrio donde antes no se podía ni estar después de las ocho de la noche. Mejoramos la seguridad, generamos trabajo y hoy los vecinos están felices con el cambio”, apuntó Lisandro Cordero.

El punto de inflexión para el proyecto llegó en 2023, cuando el área de Planeamiento y la Secretaría de Producción retomaron el expediente, lo actualizaron según las normativas actuales y lo elevaron al Concejo. Desde entonces, la iniciativa empezó a tomar forma concreta, con reuniones técnicas y el acompañamiento del Ejecutivo.

“Encontramos buena disposición del municipio. Nos escucharon, revisaron todo lo hecho y entendieron que no se trataba de una irregularidad, sino de un emprendimiento productivo que necesitaba un marco legal para seguir creciendo”, dijo Gerbasi.

De aprobarse la ordenanza, el parque podría albergar hasta 1.000 trabajadores en su primera etapa y convertirse en un nuevo foco industrial en el oeste, una zona con potencial pero históricamente rezagada en inversiones.