Plaga de insectos amenaza con generar pérdidas del 70% en la cosecha de maíz

La chicharrita es una plaga que afecta al maíz y genera una gran preocupación entre los productores, ya que puede generar pérdidas de hasta el 70% de la cosecha. La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) enfatizó que se deben tomar medidas y herramientas manejar esta plaga que transmite una enfermedad llamada Spiroplasma.

“El achaparramiento del maíz, causado por la bacteria Spiroplasma kunkelii, es una enfermedad transmitida por la chicharrita Dalbulus maidis al alimentarse. Afecta principalmente a maíces del norte del país, aunque en la actual campaña se convirtió en un dolor de cabeza en zonas donde antes no era un problema. Su potencial de daño es preocupante: las pérdidas de rendimiento pueden superar el 70%”, informó Aapresid. 

La Red de Manejo de Plagas informó que esta plaga se concentró en el norte de Santa Fe, norte y este de Santiago del Estero, oeste de Chaco, este de Catamarca, Tucumán, y Salta. “En la actual campaña, se recibieron reportes que indican un avance hacia el sur de esa zona”, aclaró Aapresid.

Por otra parte, se dio en el período de mayor susceptibilidad del cultivo en estadíos tempranos entre V1 y V8. “Los síntomas varían entre genotipos; inicialmente se ven como clorosis en los márgenes de las hojas más jóvenes y después manchas rojizas o purpúreas, amarillentas en las hojas más viejas. Cerca de la floración masculina se pueden ver plantas mal desarrolladas, macollos o enraizamiento excesivo y espigas estériles. También afecta al número y peso de granos”, señala el informe.

Aapresid remarcó que para monitorear se debe prestar atención a un insecto muy pequeño, de no más que 3 a 4 milímetros. “El adulto es color crema translúcido, con dos puntos más oscuros sobre la cabeza, con las alas más largas que el abdomen. Puede tener al menos siete generaciones desde septiembre a mayo”, manifestó Aapresid.

Los técnicos explicaron que el monitoreo no es sencillo por el tamaño, movilidad y localización, principalmente en cogollos u hojas nuevas. “Los especialistas recomiendan acercarse cuidadosamente a monitorearlas evitando cambios de luz, ya que eso las altera, se mueven y no se las puede visibilizar. El umbral de control se alcanza con tan solo uno a dos individuos por cogollo de maíz”, comentó Aapresid. Cabe aclarar que la presencia de la chicharrita no significa necesariamente la presencia de la enfermedad, pero la proporción de infectados suele estar en torno al 10% o menos.

Para manejar la plaga se recomienda no realizar maíz sobre maíz, concentrar lo más posible la fecha de siembra (evitando la siembra de escalonada) y eliminar plantas “guachas”, para minimizar la sobrevivencia de la chicharrita. Además, se aconseja asegurar una nutrición balanceada del cultivo y diversidad en la secuencia de rotaciones.

En cuanto al uso de insecticidas, el vector puede ser controlado mediante la utilización de terápicos de semillas sistémicas que protegen al cultivo desde la emergencia hasta V2-V3. También, utilizar genotipos tolerantes a la enfermedad.