Líderes del negocio de la salud enfrentan problema común

Las dificultades para nacionalizar equipamiento parecen atravesar todos los rubros de la actividad productiva y alcanzan inclusive un sector muy sensible como el de la salud. El esquema de descentralización en el que están avanzando grandes empresas de salud en la ciudad se ve penalizado precisamente por la dificultad reinante en que se aprueben los permisos (Sira) fundamentales para que la mercadería procedente del exterior tenga vía libre en la Aduana.

Si de dificultades se trata, los casos se acumulan tanto como los trámites ante las autoridades de comercio exterior. Uno de los que en los últimos días pataleó fue el Grupo Gamma. El holding dirigido por Mario Tourn si bien apunta a inaugurar el centro de tratamientos ambulatorios en el marco de la ampliación del shopping Paso del Bosque en la zona noroeste en febrero -en sintonía con la apertura de los nuevos locales del complejo- no tiene en claro si llegará con los plazos ante la imposibilidad de ingresar al país equipamiento de primer nivel para el efector. “No queremos inaugurar a medias, la apertura formal será cuando esté todo montado”, prometen.

Un fenómeno similar le ocurre al competidor directo del Gamma, el Grupo Oroño. Este domingo Punto biz publicó una nota a Nicolás VIllavicencio, el heredero del emporio de la salud que fundó su padre, el recientemente fallecido Roberto Villavicencio y en el reportaje el empresario habló de las trabas para entrar resonadores y tomógrafos que la compañía compró en el exterior y que son necesarios para el hospital privado que están abriendo en San Nicolás

“Hay que esperar entre 3 y 6 meses desde que pedís la autorización para ingresar el equipo, no tenés idea cuál va a ser el cambio al momento que llegue. Hoy el Estado no diferencia entre importar un equipo para diagnosticar enfermedades e importar productos suntuosos, lo cual me parece un sinsentido”, manifestó Villavicencio en contacto con este medio.

En la misma trampa están quienes pretenden operar servicios desde y hacia mercados del exterior. El laboratorio Cibic, por caso, invirtió en equipamiento e infraestructura con vistas a operar con países de la región analizando muestras de naciones limítrofes. La innovadora prestación fue dada de baja ante las frustrantes demoras para el ingreso de muestras de origen internacional para ser analizadas en Rosario. Hasta el momento no tienen fijada una reactivación.