La maquinaria agrícola encontró una gran veta para la exportación 

El año pasado entró en el top five de los compradores de maquinaria agrícola, después de los países que integran el Mercosur y los Estados Unidos, y vienen por más. Se trata de Bulgaria, un país que es pequeño en sus dimensiones pero líder en la incorporación de nuevas tecnologías aplicadas a la siembra directa y la agricultura regenerativa. La demanda búlgara incentiva la participación de fabricantes locales en ferias, al punto que se completarán tres excursiones en el transcurso de un año. Punto biz dialogó en la feria Expoagro con directivos de algunas firmas que apuestan más fuerte a ese mercado: Crucianelli, Richiger y Tanzi, quienes dieron cuenta de sus experiencias y expectativas. 

Los equipos para siembra directa ya tienen un mercado ganado en Europa del Este y Bulgaria se perfila como el mayor comprador en el mundo en ese rubro. Las compras de maquinaria del pequeño país europeo suman unos u$s 800 M anuales, y el campo representa el 4,4% del PBI búlgaro y las tierras agrícolas ocupan, aproximadamente, el 41% del territorio.

La producción agropecuaria búlgara es competitiva por la modernización de las empresas agrícolas, que adhirieron a la siembra directa y las prácticas regenerativas para el cuidado del suelo y del medio ambiente.  Los productores búlgaros tienen experiencia en cultivos como el trigo, el maíz y el girasol y utilizan equipos más modernos para trabajarlos.

Así se convirtió en uno de los principales exportadores agrícolas del sudeste europeo. De esta forma, Bulgaria aporta el 66 % de las exportaciones totales de harina de girasol de la Unión Europea (UE) y un 47 % de las exportaciones de aceite de la oleaginosa. Con este perfil, Bulgaria se ubicó quinta entre los principales destinos de exportaciones argentinas, sólo superados por los tres países del Mercosur -Uruguay, Brasil y Paraguay- y los Estados Unidos. 

Cuatro fabricantes de agromáquinas estuvieron a fines de mes pasado en la Feria Agra, realizada en la ciudad de Plovdiv: Crucianelli (Armstrong), Richiger (Sunchales), Tanzi (Arequito) y Cestari (Colón, Buenos Aires) y retornaron con grandes expectativas. Las empresas argentinas también están preparando folletos y valijas para concurrir a otra exposición, la de Bata Agro, que se realizará en mayo en la ciudad de Stara Zagora, que ya recibió un contingente de una decena de firmas nacionales en 2024. La fiebre no cesa. 

La experiencia de Richiger 

Fundada en 1959 por Máximo Richiger, la firma que lleva su apellido surgió  como abastecedora de Rotania, la primera fábrica de cosechadoras autopropulsadas del mundo, y se independizó para fabricar en serie cabezales maiceros. Cuenta con 8.200 m2 en la zona urbana de Sunchales y otros 6.000 m2 en el parque industrial de la localidad. Sunchales. Llega con sus productos a unos 23 países, entre ellos Estados Unidos, Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay, Colombia, Ecuador, América Central, Canadá, Francia, Bélgica, Europa del Este, Australia y Sudáfrica, proveyendo carros forrajeros, embolsadoras de granos, embutidoras de forraje, extractoras de granos, quebradoras de granos y moledoras. Y la pata exportadora es un sostén importante de la fábrica que cuenta con una plantilla de 200 trabajadores directos, ya que las ventas al exterior representan un 42% de la facturación global.

En diálogo con Punto biz, Rodrigo Tolosa, responsable de comercio exterior de Richiger, relató que “hicimos nuestra primera excursión en Bulgaria con nuestro distribuidor Inovex y las perspectivas son muy buenas, porque tenemos un diferencial importante respecto de la maquinaria existente en Europa. Nuestras máquinas tienen la trayectoria y la experiencia en el campo argentino, y se asimilan sin problemas a la geografía búlgara y a la del resto de los países que son fuerte en agricultura”.  

Richiger apunta a colocar en Territorio europeo toda la línea de embolsados de verano, y para ello ya están abocados a la obtención de la certificación CEF, que permite acceder a líneas de crédito a cinco o diez años, dependiendo del tipo de equipo y del monto a financiar, una fórmula que endulza la exportaciones. 

La experiencia de Tanzi 

Surgida en Arequito, Santa Fe, Tanzi posee casi 60 años de trayectoria y es actualmente dirigida por su tercera generación. Destacada por su fuerte enfoque en la tecnología aplicada al agro, Tanzi es pionera en incursionar en el mercado de Bulgaria, país dónde arribó hace casi una década atrás. “Un productor muy grande de Bulgaria se contactó con nosotros porque quería empezar un proyecto de siembra directa en sus campos. Adquirió maquinaria, tecnología nuestra y le dimos el apoyo de know-how para empezar. A partir de ahí el crecimiento fue muy importante para el resto de las empresas de maquinaria de la región”, dijo a Punto biz Ignacio Tanzi, al frente de la compañía. 

En Bulgaria, Tanzi cuenta con un representante y una firma distribuidora que distribuye para el país de Europa oriental. En un año promedio, salen de Arequito aproximadamente unas 10 máquinas anuales con destino a Bulgaria y Rumania, el otro mercado que ganó terreno en el último tiempo. “Ellos vienen de siembra convencional y están haciendo el traspaso a la siembra directa y por eso es un un mercado que está manteniendo un crecimiento sostenido. El tipo de campo que hay en Bulgaria es una tierra muy parecida al mercado argentino e incluso creo que tenemos más similitud que, por ejemplo, lo que es Bulgaria-Brasil. Por todo esto están viniendo muchos distribuidores de maquinaria agrícola y productores a adquirir tecnología argentina”, describió Tanzi.

La experiencia de Crucianelli 

Crucianelli es una de las principales fabricantes de sembradoras de Argentina, dirigida por la familia fundadora. Desde 2018, abastece al mercado búlgaro y hoy la empresa oriunda de Armstrong está entre las principales proveedoras de sembradoras en ese país. “Venimos de realidades bastante distintas, ya sea por tradición, idioma y costumbres, pero nos une una cultura de trabajo bastante similar”, afirmó Gustavo Crucianelli, al frente de la empresa que lleva su apellido. Hoy, este mercado es tan importante para el negocio de Crucianelli que llega a representar hasta el 50% de sus exportaciones.

Incluso, ahora apunta a replicar la experiencia de Bulgaria en otros mercados vecinos como Rumania, que tiene condiciones similares. “Primero hay que entender el lugar para entonces adaptar la sembradora a las condiciones de la superficie. Una vez hecho ese trabajo, se puede desarrollar un producto que continúe las funciones. Nuestros productores son tan exigentes y profesionales, que necesitan maquinaria que resista mucho más que en el resto del mundo y sea eficiente y a menor costo”, describió el empresario.