Importación: fábricas de agromáquinas piden los mismos beneficios que automotrices

En los últimos años, el sector de la maquinaria agrícola venía creciendo de forma sostenida. Sin embargo, referentes del rubro advierten que ese tendencia se podría revertir por el cepo al dólar. Aseguran que, debido a los problemas que ya tenían con la importación de insumos, con las nuevas medidas tendrán que “elegir entre invertir en maquinaria para la producción o comprar la materia prima para producir”.

Eduardo Borri, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), que agrupa a las firmas nacionales, explicó en diálogo con La Nación: “Antes, para importar los insumos para la fabricación de la maquinaria teníamos un cupo que estaba ligado a los antecedentes de compra del año anterior, mientras que todo lo relacionado a inversiones no tenía tope. Pero con las últimas modificaciones todo eso se mezcló; hoy tenemos un único cupo que nos obliga a elegir entre invertir en maquinaria para la producción o comprar materia prima”.

Según señaló, esto sucede en un contexto en el que la industria local en los últimos dos años tuvo un crecimiento de entre un 20% y 30% anual. Pero frente a las medidas del Central se lamentó: “No nos alcanza el cupo para mantener ese ritmo de crecimiento”.

Borri indicó que el Gobierno lanzó créditos para la inversión en bienes de capital, pero los fabricantes no quieren tomarlos para que no les afecte el cupo de importación de insumos. “A las complejidades que normalmente tenemos le sumamos nuevas”, comentó.

En rigor, detalló que la industria de la maquinaria agrícola nacional utiliza para la fabricación entre un 30% y 40% de materiales importados. “Hoy en día las cámaras estamos abocadas a tratar de generar mecanismos para que se destraben las importaciones, pero sabemos que esta situación no es inherente a un sector, sino que está afectando absolutamente a todos los sectores de la economía”, dijo. En ese sentido, afirmó que “no solo hay faltante de neumáticos, sino también de electrónica, aceros especiales”.

“Nosotros podemos limitar la fabricación a niveles razonables, pero nuestra preocupación es que mientras nosotros hacemos eso nuestros clientes siguen demandando productos y, si nosotros no entregamos por falta de insumo, de repente terminan importando productos terminados que fabricamos nosotros y, en lugar de que ingresen al país un 30% de materiales, entra un 100% de un bien terminado y la cantidad de dólares que se van son muchos mayores”, señaló.