El Municipio vuelve a la carga para ordenar predio costero flojo de papeles

La polémica historia de la guardería Club Ministerio de Obras Públicas Rosario (MOP) está a punto de escribir un nuevo capítulo. La Intendencia ingresará la semana próxima al Concejo Municipal un mensaje para regularizar las obras en el estratégico predio frente al Monumento a la Bandera. Se trata del tercer intento oficial de darle destino de uso y habilitar la explotación de terrenos que pertenecen a la Municipalidad de Rosario y que hoy tienen una cesión precaria.

Desde el año 2010, y en varias oportunidades (2012 y 2014), se han presentado al Concejo distintas iniciativas de regulación de las condiciones de uso, habilitación y obras desarrolladas en el MOP, a los efectos de regularizar su situación, pero nunca prosperaron. El nuevo convenio que impulsa el Ejecutivo busca dar orden a las condiciones de uso del predio municipal, definir las condiciones de habilitación y regularizar aquellas obras que no han concluido los trámites pertinentes. 

En el terreno se prevé el funcionamiento de la sede social del club, servicios de gastronomía, guardería náutica, atraque y amarre de embarcaciones y otras actividades complementarias. “Lo que pretenden ahora es regularizar todo lo que hicieron por fuera de norma. El MOP tiene una cesión precaria de uso del terreno que debería estar caída ya, porque era para los trabajadores del ministerio, no para explotar comercialmente el predio. Creemos que hay que discutir qué hacer con ese lugar”, dijo a Punto biz Fernanda Gigliani, concejala de Iniciativa Popular. 

La guardería tiene una larga historia detrás. En noviembre de 1980, el Ministerio de Economía de la Nación otorgó permiso de uso sobre el predio al Club Ministerio de Obras Públicas por 50 años, por lo que vence en 2030. Este permiso de uso se otorgó con la finalidad de “cultivar toda clase de deportes, reafirmando el espíritu de asociación, concordia y sociabilidad entre los integrantes del Club”. Es por esto que para Gigliani, quedan invalidadas actividades comerciales como la guardería o complejos gastronómicos. “Vía Navegables le dio cesión de los terrenos a los trabajadores para actividades recreativas, el objeto se desvirtuó y se debería caer ese acuerdo. En definitiva son tierras que fueron concedió a la Nación, es decir son de dominio municipal y creemos que es hora de debatir qué queremos hacer con ese espacio para los rosarinos”, apuntó la concejala.

A través de la presentación del expediente, que ingresará a sesión el próximo 20 de abril, la Municipalidad de Rosario y el MOP acuerdan los usos y destino del inmueble sobre el que la entidad tiene el permiso de uso otorgado, a fin de que el mismo se integre al Parque Náutico de la Costa Central y desarrolle sus actividades. Según reza el documento, “producto del relevamiento de obras ejecutadas sin permiso en el mismo, procuran mediante el presente su regularización y el establecimiento de las condiciones para la habilitación de las actividades a desarrollar en el predio”.

Los antecedentes

En 2011 ingresó al Concejo Municipal un mensaje del Ejecutivo con la firma del entonces intendente Miguel Lifschitz, por medio del cual pedían para su ratificación el convenio celebrado entre la Municipalidad y el Club MOP, en se autorizaba al club a construir una guardería náutica para alrededor de 1.200 embarcaciones, locales gastronómicos, comerciales, para deportistas, salón de eventos y una disco, entre otras cosas. La obra en su conjunto contemplaba una superficie de unos 7.000 metros cuadrados. Ese año, el Concejo rechazó por unanimidad el convenio.

La sucesora en el cargo de Lifschitz, Mónica Fein, fue a la carga en dos oportunidades, pero tampoco tuvo éxito. Ahora, a diferencia de aquellos proyectos, el nuevo convenio regulatorio que impulsa la Intendencia de Pablo Javkin prohíbe expresamente la instalación de un boliche bailable dentro del predio, uno de los puntos más polémicos. 

El año pasado, la concejal Gigliani denunció que el avance de obras de ampliación de la guardería y la reapertura del boliche Taura, que operaron sin autorización oficial. “El club MOP cedió a principios de 2022 el uso de un sector a un tercero para abrir un boliche, algo que no podía hacer por la cesión precaria que tenía. Taura llegó a funcionar pero tuvo que cerrar al poco tiempo por lo irregular de su situación”, explicó la edila. Desde el Concejo Municipal reiteraron el pedido de una inspección del lugar y el acceso a información sobre permisos de demolición, edificación y habilitación comercial de la empresa Servicios Náuticos VIP SA que explota el predio.

“La Intendencia tiene que dar explicaciones de por qué dejó hacer todo lo que se hizo en el terreno antes de avanzar con el convenio. Lo que plantean es un espacio para buffet, de 1200 m2, pero después ese rubro se puede tergiversar y terminar siendo un boliche. Hay que aclarar todos los puntos. Siempre resolvemos premiando a los que hacen mal las cosas, porque este acuerdo que impulsa el Ejecutivo no hace más que blanquear todo lo que venimos denunciando estos años”, dijo Gigliani.