El almacén que se multiplicó y supo afrontar la competencia

Sabino Álvarez Salgueiro dejó Galicia a los 17 años para emigrar a Rosario y dar comienzo a La Gallega, la cadena de hipermercados que hace honor a sus raíces y es la más grande de la ciudad, si se mide en cantidad de puntos de venta.

Llegó en 1950 y comenzó a trabajar como albañil. Con los ahorros que pudo ir atesorando de esas labores, en 1955 asomó en la actividad comercial con la apertura de un pequeño almacén emplazado en la zona oeste de Rosario. Fue su esposa, María del Pilar Lozano la primera encargada del negocio porque Sabino continuaba realizando durante buena parte del día tareas ligadas a la construcción.

Transcurrieron otros cinco años más hasta la presentación de su primer autoservicio, y entraron en la década del ‘70 ya con un centro de distribución propio. Supieron hacer frente a distintos períodos de crisis políticas, económicas e incluso institucionales, lo que les permitió iniciar un proceso de expansión a partir de los ‘90, con la apertura de cinco locales más, justo cuando asomaban nuevos competidores en la plaza, tanto de cadenas nacionales como internacionales.

Clic para seguir leyendo esta nota y el resto de los artículos de la Edición Especial 22ª Aniversario.