Tras casi una década, armó valijas y se mudó para duplicar producción

Los planes de expansión de Metalbo estaban en carpeta desde hacía casi una década. Dedicada a la fabricación de partes para la refrigeración del hogar y la industria, la empresa familiar proyectaba ya en 2015 la mudanza de sus instalaciones para poder duplicar la capacidad productiva. Ahora finalmente se concretó el traslado y la firma opera en Av. Uriburu al 7000. “Terminamos con la mudanza, no estamos haciendo más nada por calle Ovidio Lagos”, refirió a Punto biz José Bocale, gerente de Metalbo. 

Hace 30 años que la rosarina abastece a las principales empresas que componen el “Polo del Frío” (Briket, Bambi, Gafa/Electrolux) y amasaba un importante proyecto para ampliarse en la zona sur. En principio, tenían previsto la compra de un terreno de 7 hectáreas, lindero a la fábrica de Ovidio Lagos al 6800, pero como se pinchó en su lugar apareció la chance de instalarse en un predio de similares características por el corredor Uriburu. Tras un importante desembolso, se levantó allí un nave fabril de 13.000 m2. 

“Es una nave de mayores dimensiones que la anterior, lo teníamos previsto desde que empezamos la obra hará ya unos seis años. No sabemos bien qué va a pasar con la otra fábrica todavía, pero lo prioritario es que esta esté funcionando a pleno. Más adelante irán surgiendo cosas y las evaluaremos”, sostuvo el industrial.

Paneles, tapas de freezer, estantes de alambre y demás accesorios para la industria de la refrigeración conforman el portfolio de la firma. Metalbo invirtió tiempo atrás también en el desarrollo de puertas de cerramiento que se adaptan a cualquier exhibidor -como por ejemplo de lácteos- para generar un importante ahorro energético. Mediante la incorporación de equipos de alta tecnología, ofrecen productos de calidad tanto para clientes locales como para el exterior. A lo largo de estos años, ha exportado a Brasil (de sus principales mercados), Chile, Uruguay, Colombia, Venezuela, Perú y distintos países centroamericanos.

Esta nave es más grande que la anterior y se incrementó la plantilla de personal, aunque no por haber ganado superficie, sino estrictamente por una cuestión productiva. Es que en el terreno de Ovidio Lagos, Metalbo trabajaba al límite de sus posibilidades para ser una firma líder del sector. “Nos equipamos constantemente e incluso ya hay máquinas paradas por falta de espacio”, decía oportunamente a este medio Pascual Bocale, socio fundador de la empresa.