Del tostadero de café a jugar en las ligas mayores

Expansión y liderazgo son dos palabras que definen el camino transitado por La Virginia, la empresa de origen familiar que se dedica a la producción de café. Fundada por el asturiano Francisco Rodríguez en 1915, el grupo comenzó con un pequeño tostadero y terminó consolidándose como una de las empresas líderes en el mercado de infusiones en todo el país.

Hacia 1940, la compañía implementó un ambicioso plan de expansión geográfica, estableciendo una red de distribución en todo el país. Esta estrategia permitió que sus productos puedan llegar a cada rincón de Argentina, fortaleciendo su presencia en el mercado nacional. A principios de siglo la compañía encaró una fuerte inversión de u$s23 M para trasladar sus instalaciones del barrio Refinería a la avenida Circunvalación de Rosario. Allí montó un nuevo tostadero, zona de envasado y centro de distribución.

Con más capacidad de producción, La Virginia fue haciéndose un lugar más grande en las alacenas de los argentinos. “Me tomo cinco minutos, me tomo un té”, fue un eslogan muy instalado. Hacia el 2000, el grupo rosarino compró La Morenita (que era de la familia Padilla), en 2005 adquirió la marca Chocolino a la francesa Danone y cinco años después se quedó con Giacomo Capelettini, de Cepas.

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