Apostaron a un granero del mundo con valor agregado

En 2007 dos socios que triunfaron en la industria del Software decidieron dar un giro y fundar Congelados del Sur. Los rosarinos Adolfo Rouillon y José Manuel Robledo apostaron por invertir en la ciudad para tener su propia fábrica de alimentos congelados.

Comenzaron produciendo pizzas, rebozados de pollo, croquetas de papas y otros alimentos congelados ya listos para calentar. Rápidamente, se volvieron proveedores de grandes marcas como Grido, La Anónima, Paladini, Swift y Jumbo.

Tras casi diez años de andanza, se mudaron a una nueva planta industrial, en un predio que abarca 20 mil m2. Esta decisión llevó a triplicar la capacidad productiva, pasando a producir 23 mil toneladas anuales. El objetivo era el de multiplicar por once la producción para 2021. Para ese año lograron facturar u$s 15 M con un portfolio de 80 productos, más de 200 trabajadores y exportaciones a Brasil, Chile y Estados Unidos.

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