A pesar de los desafíos del mercado, Pensaer expande sus operaciones

Desde hace diez años, la desarrolladora Pensaer mantiene un crecimiento constante. La firma cuenta con un equipo que aporta perspectivas diversas y habilidades únicas, lo que fortalece su capacidad de evolucionar y mejorar continuamente. Además, la compañía se enorgullece de ser parte del movimiento de Empresas B, un enfoque que promueve un nuevo modelo económico basado en el equilibrio entre propósito y ganancia.

“Nos adherimos a rigurosos estándares de prácticas ambientales, sociales y de gobernanza, entendiendo que para generar un impacto positivo es esencial establecer vínculos entre los sectores público y privado, impulsando políticas gubernamentales y la participación activa de la comunidad”, indicaron desde Pensaer en diálogo con Punto biz.

Por otro lado, comentaron que utilizan un conjunto de procesos y metodologías para la generación y gestión de datos en todos sus desarrollos, empleando un modelo digital compartido entre distintos actores. “El objetivo es reducir tiempos y recursos en el diseño, la construcción y la gestión, mejorando así la calidad y el presupuesto de las obras. Este enfoque tiene un gran impacto en toda la cadena de stakeholders, centrando nuestras relaciones en el respeto mutuo”, explicaron.

Para garantizar su compromiso con el cumplimiento de los requisitos del cliente y las expectativas de las partes interesadas, implementaron un Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) de acuerdo con la norma ISO 9001:2015. Esta herramienta asegura que nuestras prácticas sean consistentes y eficientes, promoviendo una mejora continua.

La realidad del mercado

Actualmente, el mercado inmobiliario está en un proceso de cambio y reacomodamiento de variables macroeconómicas. En este punto, señalaron que la derogación de la ley de alquileres tuvo un impacto positivo, al eliminar restricciones y permitir tanto a propietarios como a inquilinos tomar decisiones más libres. Esto incrementó la oferta y mejoró el retorno de la inversión en términos de alquiler.

“En el primer trimestre de este año, entregamos nuestro edificio número trece, y proyectamos la entrega de dos más hacia fin de año, uno de ellos con 10.000 m2 de construcción. Este proyecto, iniciado en 2021, incluye amenities poco comunes en el área céntrica”, indicaron y añadieron: “Además, tenemos cinco proyectos en ejecución, que se entregarán entre mediados de 2025 y mediados de 2026, totalizando 40.000 metros cuadrados en desarrollo. Para fin de año, planeamos el lanzamiento de tres nuevos emprendimientos, incluyendo nuestro primer proyecto en la ciudad de Funes”.

El incremento de los costos en dólares en el último semestre obligó a los desarrolladores a reevaluar los precios de venta de los proyectos. No obstante, algunos costos están comenzando a alinearse con la realidad actual, lo que nos lleva a ser más cautos en la asignación de recursos y a optimizar la eficiencia de los procesos constructivos para recuperar competitividad.

En cuanto al financiamiento, afirmaron que actualmente es escaso. “Los bancos no están dispuestos a financiar proyectos que requieren una inversión de dos a tres años. Aunque hay esfuerzos desde las cámaras y asociaciones vinculadas al real estate para mejorar esta situación, todavía no existe una oferta real de este tipo de financiamiento en el mercado”, explicaron. “En muchos países, los bancos financian a los desarrolladores y luego otorgan créditos hipotecarios a los compradores finales. Una normalización de estos procesos sería sumamente positiva para el sector”, sumaron.

Sobre las perspectivas a futuro y para el próximo semestre, apuntaron a que esperan que la demanda se mantenga sostenida, con una tendencia alcista en los precios. “Los compradores perciben que las oportunidades actuales pueden ser más costosas en el futuro, lo que impulsa la demanda. Sin embargo, las fluctuaciones en las cotizaciones del dólar financiero pueden generar periodos de espera y ver, comunes en el contexto económico del país”.

“El financiamiento hipotecario es fundamental para dinamizar la demanda, especialmente en la clase media. Aunque celebramos la reactivación de los créditos hipotecarios, es necesario repensar estructuras y dinámicas legales para que las unidades en construcción o recién terminadas también sean aptas para crédito. La reestructuración del sistema bancario y la reducción de la burocracia son esenciales para que estos créditos tengan un efecto multiplicador en la demanda”, aseveraron.

Al mismo tiempo, sostuvieron que la disminución gradual de la inflación también es un aspecto positivo, ya que permitirá mejores previsiones en la estructura de costos de los proyectos y brindará mayor certidumbre al sector. “Esperamos que el mercado se normalice y se alinee con estándares internacionales, lo que facilitará la oferta de financiamiento y mejorará el acceso a la vivienda”, concluyeron.