“Llegar a u$s2.000 M con el nuevo dólar agro será difícil”

La necesidad de articular con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el aseguramiento de un piso de reservas lleva al Gobierno a desempolvar el dólar agro como mecanismo para fortalecer, en parte, el ingreso de dólares. Lo que en otras ocasiones fue negociado con el sector agroexportador y permitió consensuar los montos a liquidar con los actores del mercado, esta vez disparó críticas del empresariado del agro.

En la previa de la implementación, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro Exportador de Cereales (CEC), mencionó que desde el sector reiteraban su posición de que “lo mejor” es “que la Argentina apunte a un tipo de cambio unificado y que sea competitivo para el sector”.

Las críticas derivaron en que en esta ocasión al parecer no existe un monto de dólares a liquidar comprometido por parte de los agroexportadores, como sí ocurrió en la última edición, cuando se cumplió con la promesa de contribuir con u$s5.000 M.

“Este tipo de medidas dejan al descubierto los desequilibrios macroeconómicos de nuestro país. Si hay un nuevo dólar diferencial, seguiremos con parches que benefician a algunos y perjudican a otros. Las medidas tienen que ser generales y beneficiar a todo el sector”, indicó, por su parte, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), antes de los anuncios oficiales.

En diálogo con el programa radial Base de Datos (lunes a viernes de 10 a 12 por Meridiano FM 107.1), Dante Romano, que está al frente del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, brindó su perspectiva en relación a las nuevas medidas que se esperan del Ministerio de Economía.

- ¿Cómo ves la implementación del nuevo dólar agro? Daría la impresión de que acá no hay demasiado acuerdo como para que se lleve adelante esta medida. 

- Sí, correcto. Los rumores comenzaron el viernes de la semana pasada y en principio parecía que venía para soja, maíz y economías regionales. Después, el lunes, soja quedó de lado. Aparentemente hubo una reunión de los exportadores y después de eso parecía que soja quedaba de lado y maíz seguía firme. El martes parecía que los comentarios que estaban dando vueltas en el mercado eran que el maíz tampoco salía, que era solo para economías regionales. Y ayer volvió a tomar fuerza la posibilidad de un dólar especial para el maíz y economías regionales. Y empezaron a salir, en los principales diarios, comentarios de que esto era parte de las medidas acordadas con el FMI para conseguir destrabar el financiamiento, y que iba a estar el dólar maíz, entre otras medidas. Pero es una situación muy delicada en principio, porque con la baja de producción que hay, la verdad es que la gente está muy renuente a vender. Entonces, en el caso de soja ya hubo un nivel de ventas y lo que quedó embolsado da la sensación de que mucha intención de moverlo no hay. Mientras que el maíz está en plena campaña. Ahí creemos que podría llegar a aparecer un dólar maíz en un precio relevante, y podría llegar a mover más fuerte el maíz en cuanto a toneladas. El tema es que esto puede tener un impacto bastante importante en lo que es inflación. Si vos descomponés el índice de inflación del mes pasado, dentro de ese 6% te fijás los rubros que estuvieron por encima del 6% y por debajo del 6%, te vas a encontrar con que muchos componentes, por ejemplo todo lo que es carne vacuna, estuvo bastante por debajo y eso promedió hacia abajo. Si nosotros vemos un incremento en los precios internos del principal insumo de esas cadenas, podríamos encontrarnos con un impacto en la inflación en los meses que vienen. Salvo que exista algún modelo muy bien diseñado de subsidio para que esto no pase, pero la intuición te dice que con esta cadena tenés un impacto en el mercado interno que no lo tenías en el caso de Soja. Por eso es que está todo el mundo tan nervioso. 

- Pero para armarse ese esquema de subsidio generalmente se tarda mucho tiempo y ahora necesitamos soluciones más rápidas me parece, tal cual como está planteado este esquema. Lo del trigo, lo de la harina, ¿cómo funcionó? ¿Terminó de estar funcionando bien?

- Sí, lo de harina está funcionando bien. Cuando hablamos con los molinos, estuvieron cobrando. Pero también el fideicomiso de trigo cuando se presentó generó muchas dudas, y había mucho escepticismo en cuanto a la implementación. Una de las dificultades que tiene este tipo de fideicomisos es cuando quienes aportan al fideicomiso son diferentes de quienes reciben ese dinero y diferentes de quienes lo administran. Porque hay una medida similar para los aceites, pero está funcionando bien. Acá tenemos otra situación diferente, son muchos molinos, y en maíz es todavía mucho más abierta la cantidad de consumos que tenés, diferentes cadenas, porque tenés cerdos, pollos, lácteos, tenés la conversión de productos industrializados, alimentos elaborados. entonces habría que sentarse a pensarlo muy bien y, como decís vos, parece que necesitamos una respuesta medio rápida. 

- Se habla entre economías regionales y cebada, otros granos de una cifra de u$s2000 M, que sería más modesta que las cifras planteadas anteriormente. La pregunta es, ¿será posible de conseguir? ¿Cómo lo ve? ¿Se puede hacer algún cálculo al respecto?

- Si sacás maíz y soja, llegar a u$s2000 M con el resto de las cadenas es muy difícil. Son volúmenes mucho menores y de hecho estas cadenas ya estuvieron participando en la última versión del dólar agro. Ahí la que tiene más chances de mover yo creo que es el girasol, en la medida en que todavía no está terminado de comercializar. Vienen muy de capa caída los precios de girasol, y la única reacción que hubo fue durante el momento de dólar agro, donde entró el girasol. Ahí podrías mover y ver un volumen, pero los volúmenes que se producen, si bien el girasol tiene un precio interesante cuando uno va a la exportación, en toneladas no es tan significativo como las otras cadenas. Por eso es que hablar de esas cifras, sólo con economías regionales parece demasiado optimista. 

- El panorama que me das no es muy optimista en cuanto a que se puedan lograr los objetivos que se plantea el gobierno ante el Fondo Monetario Internacional. 

- Es que por todo esto que estamos comentando, si el objetivo van a ser u$s2000 M, deberían estar maíz o soja, o ambos. Si estuvieran ambos, por lo que expliqué al principio, que la soja ya tuvo su momento y se acomodó, creemos que el que va a generar mucho aporte va a ser el maíz. Sumando al maíz, que aparezcan 2.000 millones es totalmente factible. El problema, como decíamos, es el impacto interno. En medio de un clima electoral, tomar una medida que todo el mundo enseguida va a pensar en el impacto de la inflación, lo que ocurre ahí son cuestiones de urgencias también. Hoy tiene que estar firmado sí o sí el acuerdo para poder pagarle al FMI y reforzar las reservas, e inclusive ver si podemos tener algunos adelantos más para justamente no estar discutiendo nuevamente en septiembre, entre medio de las PASO y la elección general, que yo creo que interfiriría mucho con la cuestión política de nuestro país y obviamente que no sería óptimo en ese contexto estar discutiendo con el fondo. Pero tenemos que entender que del lado del FMI se pide que haya ciertas garantías, y en esas ciertas garantías reforzar las reservas, un tipo de cambio muy revaluado. Todo el mundo coincide en que debería haber una devaluación, pero el tema es que la devaluación pasaría a precio inmediatamente. Entonces estamos en un brete difícil de solucionar, y la necesidad tiene cara de hereje. Se buscan estas soluciones para evitar ese tipo de medidas, y nada es gratis, todo tiene un costado negativo. El tema acá es elegir el mal menor. Y como realmente ha sido una campaña muy floja de volumen, es probable que ese mal menor, de todas formas, tenga algunos costados difíciles de manejar.