"Las importaciones pueden generar un efecto muy negativo para el empleo"

El anuncio de la apertura de las importaciones, sumado a la ausencia de Javier Milei y Luis Caputo en la 30ª Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA) que se realizó este martes 26 de noviembre generó malestar entre los industriales.

En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes de 10 a 12 hs por FM Meridiano 107.1), el presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), Javier Martín, analizó la situación del sector y aseguró que valora lo realizado por el Gobierno en materia macroeconómica, pero que la apertura de las importaciones, si no es acompañada de medidas para las empresas argentinas, puede desembocar en un aumento del nivel de desempleo.

- ¿Qué saldo les dejó el encuentro de ayer?

- Lo primero a rescatar es la gran presencia de los industriales. Estuvimos realmente a salón completo, lo cual marca el interés y el compromiso de los industriales por reunirse una vez al año para discutir los grandes temas. El 2024 es un año particular por todos los cambios que hubo y en el que nos focalizamos en un tema esencial que es cómo obtenemos una industria más productiva y un país más competitivo para insertarnos de una manera inteligente en el mundo.

- ¿Ustedes entienden que las políticas que implementa Javier Milei van en contra de los intereses industriales? 

- Nosotros ponderamos el equilibrio macroeconómico que se alcanzó o que se está alcanzando. Entendemos que es fundamental el control de la inflación, tener una economía más estable y sobre todo una moneda fuerte. Entendemos que esas son las bases son necesarias, pero no son suficientes analizando el contexto internacional. Estados Unidos está lanzando un programa de reindustrialización de u$s540.000 M, Europa un plan que le llama de desarrollo de €736.000 M, apuntando todos en el mismo sentido, a fortalecer la competitividad de sus sistemas productivos. 

Y, en ese contexto, Argentina se preocupa solo por factores monetarios y macroeconómicos, que son necesarios, pero no suficientes. Tenemos que trabajar sobre una serie de factores de competitividad. La UIA sacó un informe en el que habla de productividad, que sería puertas adentro de las fábricas, en inversiones en tecnología, en recursos humanos, en industria 4.0, y después factores puertas afuera, que le llamamos de competitividad, y ahí entran factores del famoso costo argentino: logística, legislación, acceso al financiamiento, posibilidades de promoción para las pymes. Ahí entendemos que tenemos que trabajar porque Argentina hoy presenta muchas asimetrías en comparación con otros competidores nuestros. 

- ¿Se puede actuar rápido para cambiar y para sumar productividad y competitividad a las empresas? ¿Qué hay acerca de las regulaciones? 

- Esa es una preocupación central que estuvo manifestada también ayer tanto en los discursos como en las distintas presentaciones. Si nos ponemos a trabajar va a llevar un tiempo, de uno a tres años, pero una apertura muy rápida, acelerada y con mucha facilidad de las importaciones es automática, y esa diferencia en el tiempo puede generar muchos daños al aparato productivo porque las importaciones pueden comenzar a crecer hoy mismo y las condiciones de competitividad con suerte van a empezar a mejorar de acá a un tiempo. Entonces entendemos que debemos tener consenso, sentarnos en una mesa a analizar. Ya vivimos estos procesos en el pasado y sabemos que terminan con muchas pymes cerrando o convirtiéndose en importadoras y distribuidoras, afectando el nivel de empleo, que es lo que nosotros queremos preservar. 

- ¿Cómo le explicamos a la gente ese mayor costo que hay que pagar acá? Es difícil convencerla cuando hay fórmulas para comprar en el extranjero de que tiene que seguir pagando productos caros. 

- Yo creo que es precisamente la discusión del costo argentino, que no se da solamente en la industria. Si uno va a cualquier bar y pide un café, te puede costar u$s4 o u$s5, en cualquier parte del mundo está u$s1,20. Yo estuve en Buenos Aires ayer, el nivel de turistas bajó considerablemente porque Argentina está caro en dólares por los costos y porque tenemos una apreciación cambiaria que resulta evidente y que no es fruto de un incremento sostenido en la productividad de los servicios y de la producción. Entonces Argentina tiene un problema: es caro en dólares, es caro en la producción industrial, pero es caro también en los servicios como el turismo. Estaba escuchando el informe de la cámara que agrupa a las compañías que organizan eventos y dicen que organizar un evento en Argentina puede costar un 25% más que en otros países. Esos son los factores que tenemos que corregir.

- El Gobierno viene prometiendo el mini Rigi para pymes. Ahora parece que va a ser una ley general, pero que de alguna forma vendría a abonar vía reforma laboral y desregulaciones algunos planteos de ustedes. ¿Pudo trascender algo? 

- Nos tiró los grandes títulos, dijo que lo van a enviar al Congreso. El Congreso está terminando las sesiones ordinarias, con lo cual esto va a pasar para el 2025. Por la información que nos adelantó, incorporaron algunas de las propuestas que la Unión Industrial Argentina venía haciendo con su propuesta de ley pyme en cuanto a promoción de inversiones para las empresas. Y no solamente las pequeñas, va a haber una tabla con la graduación. Y habrá una serie de facilidades, pensando no solamente en la pequeña, sino en la mediana y en la grande, para promover inversiones y agilizar el mercado laboral. No tenemos el detalle todavía, pero incorporan muchas de las propuestas que nosotros habíamos sugerido. Ahora, cuando tengamos el borrador del proyecto, haremos la evaluación final.

Creo que es un paso positivo, el Gobierno ya había adelantado que estaba a favor de enviar una iniciativa en este sentido y ojalá que podamos avanzar porque realmente se atacan algunos de los problemas que nosotros estamos identificando, y entendemos que tienen que ser resueltos y trabajados, porque la amenaza de importaciones, sobre todo chinas y en algunos rubros, es muy peligrosa. Nosotros, en nuestra provincia, tenemos ramas que están muy expuestas a la importación y que si no trabajamos, podemos llegar a tener un efecto muy negativo en los niveles de empleo. Con lo cual ojalá que se pueda tratar y aprobar esta iniciativa lo antes posible. 

- ¿Cómo termina el año y qué perspectivas tiene el sector fabril?

- Nosotros vemos una situación muy heterogénea. Evidentemente, lo que está vinculado con la recuperación de la sequía, por efecto comparativo con el año pasado, muestra índices de crecimiento muy grandes. Las ramas vinculadas con gas, petróleo y minería, están con niveles de actividad razonables y son optimistas pensando en el 2025. Pero tenemos una gran franja de actividades que todavía no tienen un repunte. Se frenó la caída, el ritmo de disminución es mucho más bajo, pero no estamos viendo un rebote sustancial en todas las ramas que podamos considerar generalizado.

Tenemos la expectativa de que se comience a ver una mejoría, sobre todo para disminuir la caída de empleo que observamos en 2024. Tuvimos caída de empleo a nivel de construcción, a nivel industrial, y la única manera de recuperar esos empleos es con mayores niveles de actividad. Así que estamos cerrando un año difícil. En algunas ramas tenemos mejores indicadores que el año pasado, pero todavía no es un nivel generalizado que nos permita ser muy optimistas en el corto plazo.