Salió tapería española y entró una propuesta "elegida" en Pichincha

Pichincha sigue registrando recambio de propuestas gastronómicas, con algunas firmas que se van y otras nuevas que ingresan a la escena del barrio más nocturno de la ciudad. En este caso la casona ubicada en Jujuy 2224, donde hasta hace poco funcionaba El Born Taberna, bajó la persianas sin cumplir siquiera un año en esa ubicación. De este modo, dio paso a El Elegido, una apuesta renovada que abrió hace pocos días y conjuga cocina moderna, aunque sin perder la esencia y el estilo de lo tradicional y “hecho en casa”.

"Con El Elegido buscamos ofrecer una experiencia culinaria única. No es un bar más ni tampoco podemos etiquetarlo como un bodegón, ya que va más allá. Podría decirse que es una especie de bistró. La idea es ofrecer comida de calidad, con productos frescos, elaborado todo por nosotros mismos", explicó a Punto biz Lucas Nicola, chef ejecutivo de El Elegido.

A diferencia de la mayoría de los establecimientos que funcionan hoy en día en Pichincha, El Elegido explotará también las horas del día para ofrecer desayunos desde las 8 de la mañana y almuerzos durante el mediodía. Se trata de una demanda que desde hace tiempo existe en el barrio. “En el desayuno vamos a ofrecer productos enfocados en masa madre, con tostadas y pan elaborados de manera artesanal. Más tarde, a la hora del almuerzo, la idea es servir menús ejecutivos”, detalló el chef.

La nueva propuesta está a cargo de un grupo de empresarios que ya tienen experiencia en el rubro. En ese lugar funcionó El Born, una firma que nació sobre la avenida Pellegrini y que, de no volver a las canchas, termina con una historia de más de una década. Abrieron en la casa de Jujuy 2224 en enero de este año, pero a los pocos meses de la apertura decidieron poner las sillas sobre las mesas y emprender la partida.

En cuanto a la oferta, elaboran embutidos caseros que incluyen bondiolas caseras, bresaola -un fiambre típico del norte de Italia- y Leberwurst. Además, están esperando la llegada de una heladera especial para madurar fiambres, con planes de agregar salami y mortadela caseros a su menú. El restaurante cuenta con dos plantas y una capacidad para aproximadamente 100 comensales. Además sumaron mesas en la vereda.

Un dato de color es que el chef que supervisa cada detalle, Lucas Nicola, estuvo a cargo a lo largo de su carrera de importantes cocinas no solo en Rosario, sino también en Buenos Aires y en el exterior. Entre su portfolio se destacan lugares como La Churrasquería, Don Ferro y hasta la cadena de hoteles 5 estrellas Marriott.

“Queremos ampliar la oferta que hoy en día hay en Pichincha y arriesgar un poco con un producto distinto y 100% casero. Abriendo también de día para generar más movimiento en el barrio”, concluyó.