Rosarinos salen al ruedo con una mochila solar que se ilumina de noche

En el escena de la innovación argentina, la empresa de Triple Impacto con base en Rosario Ecomond ha encendido una llama con un producto revolucionario: la Mochiluz. La Mochiluz está hecha con mochilas recicladas, solares e innovadoras, y ha abierto nuevas oportunidades educativas y energéticas para comunidades marginadas.

En Argentina, donde la electricidad es escasa en diferentes entornos, como comunidades o áreas rurales, la educación enfrenta desafíos con más de 3 millones de niños sin acceso a la corriente eléctrica; por eso la Mochiluz representa una solución creativa. Estas mochilas, recicladas y equipadas con linternas y paneles solares, capturan la luz solar durante el día para iluminar las noches de estudio de los niños.

El enfoque de triple impacto de este proyecto es clave para lograr ser el puente entre las personas, el planeta y la sustentabilidad. No solo proporciona una solución económica y sostenible, sino que también promueve la inclusión educativa y el desarrollo de habilidades en comunidades desfavorecidas.

Guillermina Rava, CEO de la empresa Ecomond, es quien está liderando este proyecto transformador en Argentina, donde se crean mochilas recicladas para que los niños puedan cargar sus útiles y a su vez llevar luz a sus casas para poder estudiar.

El proyecto tiene potencial para crecer y expandirse más allá de las fronteras de Argentina. Rava ha conseguido la inversión de un grupo local, Universe, para rediseñar el modelo de la empresa y escalar; a su vez está buscando activamente alianzas estratégicas con empresas, ONG, Fundaciones, Gobiernos que permitan llevar las Mochiluz a comunidades en toda Latinoamérica.

“Estas alianzas no solo ayudarán a ampliar el impacto de las Mochiluz en Argentina, sino que también llevarán la luz de la educación a regiones donde la necesidad es igualmente apremiante. Con el compromiso de colaborar con organizaciones locales y el apoyo de la comunidad, Ecomond está allanando el camino para que las Mochiluz se conviertan en una fuerza transformadora en todo el continente”, comenta Rava.

Además de su impacto inmediato en la educación y la energía, las Mochiluz están promoviendo la conciencia ambiental al utilizar procesos innovadores y materiales reciclados en su fabricación. Este enfoque sostenible no solo reduce el desperdicio, sino que también enseña a los niños sobre la importancia de cuidar nuestro planeta.

En resumen, las Mochiluz representan más que una solución a los problemas de acceso a la electricidad y la educación en Argentina. Son un símbolo de esperanza y progreso, impulsados por la visión y el compromiso de Guillermina Rava de Ecomond, y respaldados por alianzas estratégicas que están iluminando el camino hacia un futuro más brillante en toda Latinoamérica.

Las Mochiluz son un ejemplo de cómo la innovación con impacto social puede cambiar vidas y comunidades.