Multiplicó 300% las ventas con Colapinto y sacó a la pista un simulador de F1

Franco Colapinto le cambió el balance comercial del año a Collino, la fábrica de autopartes especiales radicada en Sunchales. La fiebre que desató el piloto argentino provocó un pico inédito en la demanda de simuladores de manejo, uno de sus unidades de negocio, a tal punto que desde la empresa decidieron reestructurar la producción para ganar escala.

Además, anunciaron el lanzamiento en 2025 de un nuevo modelo de simulador, Fórmula Sim Max, especialmente diseñado para vivir la experiencia de manejo de un auto de Fórmula 1 en detalle.

“Tras las exitosas campañas de Cyber Week, Black Friday y las acciones digitales de Collino y Mercadolibre, el stock de simuladores quedó en cero. No hay entrega inmediata y llegamos a las fiestas sin productos. Hemos registrado niveles de ventas un 300% por encima del promedio durante los fines de semana de Grandes Premios de Fórmula Uno. La participación de Franco Colapinto ha generado un efecto explosivo en el mercado, e incidió también en la sobreventa de nuestros Simuladores de Manejo”, contó a Punto biz Leonardo Collino, socio gerente de la empresa. 

Para que el boom redunde en crecimiento, definieron reestructurar la producción. “Estamos recalculando el esquema. Hoy, el 80% del simulador se produce en nuestra industria metalúrgica, y luego tenemos algunos proveedores con quienes tercerizamos algunas partes plásticas o procesos industriales, como el tratamiento superficial. Ahora estamos replanteando esa red de abastecimiento para poder producir más, porque no solo tenemos que atender una demanda creciente, además hay que sumar la producción del nuevo simulador, que creemos que será el producto con más éxito de 2025”, se entusiasmó Collino. 

En Fórmula Sim Max, el piloto va sentado en la misma posición que un piloto de Fórmula 1. “Los talones se ubican de 15 a 20 centímetros por encima de la posición del asiento, es decir, de los glúteos del piloto. Es una posición difícil de lograr, trabajamos muchas semanas en el diseño tomando como parámetro a personas de diferentes alturas”, comentó el empresario y aclaró que el nuevo simulador será compatible con los diferentes dispositivos (volantes, pedales, etc), tanto los producidos por Collino como los importados. 

La de simuladores de manejo es una de las unidades de negocio más recientes de la empresa: surgió en la pandemia cuando, como parte de las restricciones, estaba prohibida  la organización de carreras.

Ese contexto impulsó el furor del simracing, que son competencias de automovilismo online. “Ya hay pilotos profesionales de simracing, que utilizan una serie de dispositivos como volante, pedales, palancas de cambios, bueno, los ordenadores, obviamente el software y lo que nosotros hacemos que es el rig, es decir, el chasis; que incluye la estructura y la butaca”, explicó.

Collino, además, se dedica al diseño, desarrollo y comercialización de elementos de alta performance para autos de carreras y especiales y a la fabricación de chasis y vehículos especiales para carreras y usos fuera de competencia. Fabrican, además, chasis para autos de calles bajo la ley de autos artesanales.

Un impulso que terminó en empresa

Hoy Collino funciona en un predio de media hectárea, que incluye la metalúrgica, el taller de I+D, área de mecanizado y de corte láser, entre otros sectores en los que trabajan un equipo de 30 personas. 

La empresa nació hace cerca de dos décadas de una manera curiosa: en un año desafiante para la familia (había fallecido el padre de los hermanos Collino), el más chico de la familia decidió hacer lo que nadie le hubiese recomendado: le compró una Chevy al vecino, con tanta mala suerte que cuando quiso venderla no podía, por falta de papeles. “Como necesitaba recuperar ese dinero, la desarmé, vendí las autopartes y descubrí que podía ganar 30 veces el valor del vehículo. Así fue que con mis hermanos comencemos a comprar autos antiguos para vender las piezas. Llegó un momento en que ya habíamos comprado todos los autos que había en la región y nos seguía lloviendo la demanda. Así fue que terminamos montando la fábrica”, resumió.