Le encontraron la vuelta para alimentar a las vacas con algas

Tres biotecnólogos (Fernán Gizzi, lan Blanc y Gonzalo Martínez Peralta) y una antropóloga (Alexandra Costa) elaboraron una soluación para producir aditivos alimenticios naturales para el ganado bovino. Reductane fue uno de los nueve proyectos ganadores de la provincia en la competencia Naves Federal,

La fórmula de estos suplementos es a base de alga roja, un alimento que posee múltiples beneficios para la salud y que reduce casi en su totalidad la producción de metano que dispara el aumento de los gases nocivos del efecto invernadero y que genera pérdidas de recursos para el productor. El aditivo se administra en pocas cantidades en la comida de las vacas como complemento del balanceado. 

Al respecto, Gizzi le comentó a Punto biz: “El plan es tomar un organismo que existe alrededor del mundo, en este caso es un alga roja que está por todos lados, y su función es eliminar las emisiones de metano de los animales. En el sector agrario, las vacas se hinchan por el metano, tienen problemas de salud y esto genera pérdidas también en el rendimiento de los animales y contamina el medioambiente”.

Alrededor del mundo existen diferentes propuestas y soluciones para este problema en particular. Desde Reductane proponen alternativas, pero desde nuestro territorio: “Han surgido un montón de propuestas para solucionar este problema, y nosotros tenemos una en particular que implica el cultivo de algas, su secado y su comercialización. Hay muchas empresas en el mundo que están iniciando este camino. Nosotros queremos hacerlo desde Argentina, ya que es un país muy ganadero y un lugar apropiado para iniciar una empresa así”.

El equipo trabaja desde la academia y la investigación. Ian, Gonzalo y Fernán son actuales becarios doctorales del Conicet entonces la fundamentación científica del proyecto la tienen afilada: el principio del alga está referenciado bibliográficamente, desde la ciencia. Es decir, existen muchas publicaciones que demuestran el uso de algas y su seguridad para alimentar a los animales, además de que no deja rastro ni en la carne ni en la leche. Es así que el grupo ya tiene cerrada la parte científica del proyecto y ahora están en etapa de mentoría para mejorar la propuesta y tener un prototipo o mínimo producto viable con el fin de lanzarlo al mercado.

El grupo rosarino que lleva adelante el proyecto abraza la propuesta en todos los niveles. Están atravesados por la ciencia y la investigación, pero ahora lo experimentan desde un nivel práctico. “Nos gusta la aplicabilidad, ver que un producto llegue basado en ciencia a la realidad, capaz de generar un cambio importante en el ecosistema, tanto económico como ambiental”, sostuvo, y agregó: “Nosotros somos parte de esa gente que quería aprender sobre un sector nuevo para utilizar su conocimiento de ciencia”.