La pasante alemana que terminó fundando una metalúrgica

La trayectoria de Eva Albert, al frente de la metalúrgica Albert Irons, está marcada por la tenacidad. Esta cualidad se refleja en los desafíos que enfrentó desde la fundación de su compañía en el año 2006, pero también en lo que refiere a su historia personal. Los acontecimientos que la llevaron a radicarse en Argentina y el liderazgo empresarial que ejerce al sur de Santa Fe, son tan apasionantes como azarosos.

Nacida en Alemania y graduada en la carrera de administración de empresas en la Universidad de Karlsruhe, una pasantía para complementar sus estudios la trajo al país en el año 2003. Ese significó el puntapié de sus inicios industriales, cumpliendo funciones dentro de la metalúrgica, Giuliano Hermanos, oriunda de Rafaela. Aunque el encuentro con quien fue su compañero de vida durante muchos años, Rodrigo López, terminó de definir su camino laboral, a 12 mil km de su tierra natal.

“En el 2003, a los 22 años, fui pasante en una pyme durante seis meses y allí conocí a muchas personas, entre ellas a Rodrigo, que luego fue mi esposo y mi socio en Albert Irons. Tras regresar a Alemania, volví en el 2004 a la Argentina con el objetivo de terminar mi tesis, quería crecer profesionalmente acá y apostar a mi relación”, contó la empresaria en diálogo con Punto biz.

En la actualidad, ambos están separados, pero continúan dirigiendo el negocio desde el Parque Industrial La Victoria, en la ciudad de Venado Tuerto. Su grado de especialización a lo largo de los años los convirtió en la única industria nacional que fabrica silos para “barita”, un mineral que proviene de las piedras y se utiliza en Vaca Muerta, al momento de realizar perforaciones en pozos.

Visión estratégica

La incursión en la metalurgia comenzó de la mano del sector agroindustrial. En sus inicios, el campo representó el aliado principal de la firma a la hora de expandirse en Santa Fe y posicionarse a nivel nacional, fabricando lo que en un primer
momento eran silos para almacenaje y dosificación de granos. De manera paulatina, Albert fue adquiriendo el know how que le permitió aprender a manejarse con las reglas de juego de un país que desconocía.

“Estábamos enfocados en el ámbito agropecuario, lo cual resultó desafiante en un contexto de altibajos en Argentina. En medio de la crisis del 2008 dos clientes entraron en convocatoria, entregamos equipos y nunca nos pagaron. Esto significó un golpe financiero muy grande y un llamado de atención a diversificar nuestra fuente de ingresos”, reflexionó la directiva acerca de los desafíos que debieron asumir durante esas épocas.

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